CORONAVIRUS

¿Por qué los jóvenes tienen menos conciencia contra los rebrotes?

ALVARO RIVERO

Las vacaciones, las fiestas con los amigos, la ausencia de contagios entre los jóvenes y un posible confinamiento hacen que se pierda la razón frente al virus.

El final del estado de alarma ha propiciado la salida masiva de jóvenes a las calles sin importar demasiado el virus, como si ya no existiera. Las fiestas, las discotecas, bares, playas, etc., son un punto débil para este grupo de la población que tras dos meses y medio de confinamiento necesitan más que nunca sociabilizarse y estar con los amigos.

Las redes sociales han estado muy presentes durante la cuarentena, y siguen estándolo en la vida diaria de muchos jóvenes, pero el no poder dar besos o abrazos, e incluso no poder tener una conversación cara a cara con una amiga/o, desahogarse con un amiga/o íntimo o llorar junto a alguien la pérdida de un familiar, han aumentado los deseos de las relaciones personales físicas entre los grupos de estas edades.

Además, como señala el psicólogo Ovidio Peñalver, los jóvenes entre los 12 y los 20 años terminan de formar su personalidad a estas edades, por lo que necesitan socializar después de tantos días encerrados en casa.

El verano

Por otro lado, la llegada del verano, ese mes que esperamos con ansia durante todo el año. Esta estación es la de la diversión, los conciertos al aire libre, las fiestas de los pueblos, las fiestas en la playa, las piscinas... en definitiva, los mejores meses para los jóvenes. Un año sin verano es inconcebible para muchas personas de este grupo de edad, y ese deseo de disfrutar de los mejores meses del año, hacen que a muchos se les olvide la situación que estamos viviendo en el mundo.

Además, a los jóvenes de hoy en día les gusta mucho compartir su vida en redes sociales y un verano sin mostrar los lugares a dónde viajan o la lucha por los 'likes' sería inconcebible para muchos.

Las vacaciones

Este grupo de edad cree que necesita disfrutar al máximo el tiempo de sus vacaciones ya que el resto del año viven encerrados en sus colegios, institutos o universidades. El tiempo es oro para muchos de ellos y poder disfrutar de tiempo libre cuando el resto del año están estudiando, hace que se pierda esa conciencia por lo que se está viviendo en el mundo. Esas ansias de diversión y de pasárselo bien, ciegan a este grupo de la población que solo ve el encierro el resto de meses del año.

El posible confinamiento el próximo otoño

La posibilidad de que haya otro confinamiento en el mes de septiembre/octubre también hace a los jóvenes querer disfrutar ahora que pueden salir de casa. Han sido muchos días sin salir y, si por si a caso vuelven a pasar por lo mismo, hay que vivir el momento ahora, el 'carpe diem'.

Ausencia de contagios entre los jóvenes

Por otro lado, los jóvenes también piensan que son inmunes al virus. En la primera oleada se comprobó que, aunque también afectaba a este grupo de edad, el contagio entre los mismos era mucho menor. Las personas de estas edades no tienen miedo porque piensan que son invencibles y que, como son jóvenes, no les va a pasar nada.

Pero aunque esto sea así, si que pueden suponer un riesgo para la población vulnerable ya que muchas personas de menor edad pueden ser asintomáticas y de esta forma transferir el virus a sus abuelos, padres, tíos, etc.

Si la gente lo hace, yo también

En muchos casos, también se han dado situaciones en las que ver lo que están haciendo los demás y comprobar que no pasa nada, ha incitado a otros grupos de jóvenes a realizar actividades que puedan suponer un riesgo para la sociedad o para uno mismo. "Si la gente lo hace, yo también puedo". Pero en estos casos, puede que ciertas personas sean menos propensas a contagiarse o no cuenten con esos grupos vulnerables en su ámbito familiar o cercano.

Otras situaciones

Además, pueden darse situaciones que no se viven habitualmente como ha sido el reciente ascenso del Cádiz a la Primera División del Fútbol Español. Allí, pudimos a ver a cantidad de jóvenes celebrando de una manera multitudinaria cómo su equipo conseguía volver a la élite del fútbol 15 años después. Algo que muchos todavía no habían visto y no iban a perderse a pesar de la pandemia.

En definitiva, la pandemia, el virus, el confinamiento o la cuarentena, han sido capaces de desesperar a muchas personas, más a los jóvenes, y permitir que éstos hicieran miles de planes para cuando el estar en casa se terminara. Y por si fuera poco, el ver la situación de rebrotes y contar con un más que posible confinamiento en los próximos meses, incita de una manera u otra a hacer todo aquello que se había planeado por si no puede llevarse a cabo más adelante.