Diez personas ya han dado positivo por coronavirus en lo que se ha convertido en el mayor rebrote registrado hasta la fecha en Canarias. La causa está en una fiesta familiar celebrada a finales de junio que congregó a una veintena de personas de las islas de Gran Canaria y Fuerteventura, así como a otra de origen mexicano a la que Sanidad apunta como posible foco de lo que serían por tanto contagios importados.

En el país centroamericano la epidemia avanza rápido, con miles de casos nuevos cada día y más de 300.000 en total. La persona de origen mexicano que asistió aterrizó en Gran Canaria el 27 de junio y según declaraciones de los familiares a la agencia EFE trató de someterse voluntariamente a un test en un hospital de la isla, pero su petición no fue atendida por no presentar síntomas. Niega haber originado los contagios y asegura haber dado negativo en las pruebas a las que Sanidad sometió a su familia a raíz del brote. La primera persona que dio positivo, una mujer de Fuerteventura, dice no saber en qué momento se contagió, si en la fiesta, el trabajo o su vida diaria.

Otros brotes

Este no es el único brote activo en el archipiélago canario. Con anterioridad un hombre llegado de Estados Unidos contagió a dos de sus parientes en Tenerife y la isla de Fuerteventura acumula otros dos nuevos focos, 35 positivos en total, ocasionados por la llegada de dos pateras procedentes de El Aaiún (en el Sahara) los días 14 y 18 de junio.

Sin embargo el gobierno canario no mira con especial preocupación a esos dos últimos rebrotes dado que todos los afectados han sido aislados desde un primer momento en una nave del Puerto del Rosario y no han tenido contacto con nadie más allá de los efectivos de Salvamento Marítimo que tomaron parte en su rescate. En total, las Islas Canarias acumulan ahora mismo 81 casos activos de COVID-19, repartidos entre Fuerteventura (42), Gran Canaria (15) y Tenerife (12).