CORONAVIRUS

Filtros para mascarillas: qué son, dónde comprarlos y para qué sirven

Villar López

Pueden estar hechos con multitud de materiales y son imprescindibles en mascarillas reutilizables para evitar que traspasen las partículas al hablar, toser o estornudar.

El producto estrella de la postpandemia es la mascarilla. Este material sanitario se ha convertido en un complemento indispensable en la moda de los millones de habitantes de nuestro planeta, en especial en aquellos países que más ha afectado el coronavirus.

En España, por ejemplo, todas las personas mayores de seis años están obligadas a llevarla en lugares públicos y privados donde no se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal (1,5 mts). Así, como en medios de transporte y otras zonas de alto riesgo de contagio.

¿Qué son y para qué sirven?

Existen muchos tipos de mascarillas, entre ellas las reutilizables, es decir, las que se pueden lavar y volver a utilizar. Estos modelos, que en muchas ocasiones están hechos de forma casera, requieren de un filtro que evite que traspasen las partículas al hablar, toser o estornudar, debido a la pérdida de propiedades al lavarla o por el propio material de la mascarilla. Para ello, incluyen una especie de bolsillo interior donde se introduce el filtro.

Los más recomendados

El filtro de la mascarilla puede estar compuesto de materiales como el carbón activado y tela de filtro no tejida. Sin embargo, los expertos apuntan que los tipos más eficientes son los que se venden en farmacias y actúan contra partículas P2 y P3 (los hay de la marca 3M, una de las más reputadas en el sector de las mascarillas).

Atentos a las especificaciones

Asimismo, también se venden en packs de varias unidades en grandes empresas como Amazon, pero hay que mirar bien las especificaciones, ya que muchos solo actúan contra el polen, polvo o contaminación. Algunas marcas de moda y ropa deportiva también venden sus mascarillas reutilizables y filtros para poder cambiarlo cada vez que se use.

Los tipos que no son fiables

Lo que no recomiendan las autoridades sanitarias es el uso de filtro de la aspiradora, de café, papel de horno o, incluso, algún tipo de gasa o apósito, ya que deben cumplir con las normas UNE-EN 143:2001.