CORONAVIRUS

Ibiza se queda sin una de sus señas este verano: las discotecas

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El gobierno balear no permitirá la apertura de locales de más de 300 metros cuadrados, lo que afecta a nombres míticos de la isla como como Pachá, Amnesia, Privilege, Space o Ushuaia.

Uno de reclamos del turismo en Ibiza, las macrodiscotecas, no serán protagonistas este verano, ya que el gobierno balear ha prohibido su apertura como medida de prevención frente al coronavirus.

Así, nombre míticos como Pachá, Amnesia, Privilege, Space o Ushuaia no podrán acoger a los turistas con ganas de fiesta y baile. Las medidas restrictivas que afectan a bares nocturnos y discotecas chocan de lleno con el modelo de negocio de las grandes salas, ya que el gobierno balear no permitirá la apertura de locales de más de 300 metros cuadrados. A los que no lleguen a esa superficie se les permitirá la apertura, pero con limitación horaria (hasta las 02:30) y de aforo.

El equipo de Francina Armengol teme que las grandes superficies nocturnas y el exceso puedan convertirse en focos de contagios. Los empresarios del ocio nocturno se han mostrado en contra e incluso ofrecieron la posibilidad de hacer 'pruebas pilotos' para poder abrir respetando limitaciones de aforo. Se temen que la medida pueda alargarse en el tiempo y acabe por cambiar el modelo de negocio de la isla.

Los empresarios nocturnos, en contra: más fiestas privadas.

El gerente de Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, defiende que "las grandes discotecas están preparadas para abrir con todas las medidas de seguridad en un plazo máximo de diez días" y siempre respetando las directrices que les den desde el gobierno autonómico.

En la opinión de Benítez, la prohibición hará proliferar "las fiestas privadas e ilegales en villas o casas privadas y lugares escondidos de los montes, con el peligro que eso conllevará". Además, señaló que los promotores de las posibles fiestas privadas no dejarán ningún dinero en las islas, causando un gran daño tanto a las grandes salas como a la propia isla. Además, Benítez añade que en Ibiza hay actualmente ocho salas de fiesta grandes, y en cada una de ellas trabajan entre 300 y 350 personas de forma directa, además de más de cien de forma indirecta. Eso haría, según sus datos, que se perdiesen más de 3.000 empleos solo entre las grandes salas.

El turismo de alcohol y exceso está perseguido en las Islas Baleares, donde un decreto prohíbe en cuatro zonas turísticas de Mallorca e Ibiza (Magaluf en Calviá, Playa de Palma y S'Arenal en Palma y Llucmajor, y Sant Antoni de Pormany en Ibiza) la publicidad referida al consumo de alcohol y las barras libres, las excursiones etílicas, las happy hours, los autodispensadores de alcohol de los hoteles y la venta de bebidas alcohólicas en tiendas entre las 21.30 y las 8.00 horas.