Tres meses de intenso trabajo en el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) pasan factura ahora. Los trabajadores de este organismo se niegan a retornar a sus puestos presenciales porque temen que puedan sufrir amenazas e insultos de parte de aquellas personas que aún no han recibido la prestación correspondiente al estar sometidos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

La plantilla del SEPE critica que se les ha echado al pie de los caballos. Creen que han sido meses de caos y colapso y amenazan con ponerse en huelga si sus condiciones no mejoran. "Tenemos miedo porque hay miles de personas que siguen sin cobrar que están enfadadas, con todo el derecho del mundo, pero que nosotros no podemos hacer más", asegura una trabajadora del servicio en declaraciones recogidas por Antena 3.

Otro asunto que ha caldeado aún más los ánimos ha sido el anuncio de que los trabajadores de la Seguridad Social recibirán incentivos por el hecho de tener que gestionar la tramitación del recientemente aprobado Ingreso Mínimo Vital.

Más de tres millones de ERTEs gestionados

Las oficinas del SEPE deberían haber abierto este lunes tras cerrarse el pasado 14 de marzo, cuando empezó el estado de alarma y se confinó a la población. Desde entonces el servicio ha gestionado más de tres millones de ERTEs. CSIF, uno de los grandes sindicatos de funcionarios públicos, cree que no es "ni razonable ni consecuente" que se plantee una huelga en estos momentos donde todo está desbordado.