El Banco de España empeora las previsiones de la crisis venidera

Pablo Hernández de Cos, el gobernador del Banco de España, ha empeorado sus previsiones económicas iniciales durante la comparecencia que ha llevado a cabo en el Congreso. Se avecinan tiempos difíciles por la crisis global que acarrea un brote de COVID-19 que ha golpeado duramente a prácticamente todos los países y que en España provocará una perturbación más larga de la indicada en primera instancia. "Es la mayor caída de la economía en tiempos de paz", ha llegado a señalar.

Según explicó Hernández de Cos, el primer escenario y más halagüeño, que suponía que la caída del producto interior bruto (PIB) fuese de un 6%, ya está descartado. Actualmente la proporción estaría entre el segundo escenario (9% de caída) y el tercero, con un desplome del 12,4% (o hasta un 13%). El gobernador del Banco de España afirmó que "la política fiscal es la primera línea de defensa para evitar una pérdida de tejido productivo", llegando a señalar que "no hay otra alternativa sensata".

Pacto de varias legislaturas

Un futuro complicado, donde al acabar 2021 no se habrán recuperado los niveles de actividad. Hernández de Cos explicó que "hace falta un esquema de compartición de riesgos para financiar a los Estados en condiciones comparables más allá del BCE". Las preocupaciones se multiplican, ya que la deuda pública se disparará hasta el 120% del PIB.

Hernández de Cos ve necesario forjar cuanto antes "un pacto político de varias legislaturas" y así ganar credibilidad frente a los mercados. "El reto es de una magnitud muy significativa. Vamos a tener que remar en contra" comentaba. España es más vulnerable a esta crisis, ya que las ramas más afectadas por la pandemia representan el 25% del PIB: hostelería, transporte y comercio minorista, algo que provoca que "los riesgo de mercado, crédito y operacionales han aumentado de manera significativa".

Aumento en los impuestos

Una fuente económica a revisar pasaría por los impuestos en los que hay margen (el IVA o las tasas medioambientales). "La mejora de la capacidad recaudatoria debe ser una prioridad, para lo cual la comparación con el resto de países europeos puede servir de guía. Si se utiliza como referencia el cociente entre la recaudación total y el PIB, este se situó el año pasado en aproximadamente el 35 %, unos seis puntos por debajo del nivel alcanzado en el conjunto del área del euro" afirmando que en España hay un "reducido nivel de imposición sobre el consumo y una baja capacidad recaudatoria de los impuestos medioambientales" señaló el gobernador del Banco de España.