Transición hacia una nueva normalidad. Así ha definido el Gobierno el plan iniciado para la desescalada del confinamiento. Tendrá cuatro fases, que durarán un mínimo de dos semanas, y el proceso para superar una etapa se definirá mediante una serie de marcadores, pero también pueden darse retrocesos si el territorio no cumple una serie de objetivos.

La Orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) establece que la decisión sobre el avance o retroceso de los diferentes territorios a las distintas fases será un proceso flexible, de permanente diálogo y que se aplicará bajo los principios de absoluta colaboración y cooperación entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas.

"La decisión sobre el avance o retroceso en los diferentes territorios a través de las distintas fases corresponderá al Ministro de Sanidad mediante un proceso de gobernanza conjunta o cogobernanza con las comunidades y ciudades autónomas, en el que ambas instituciones actuarán en permanente diálogo bajo los principios de cooperación y colaboración. Las decisiones finales se tomarán a partir de la evaluación conjunta del panel de indicadores previsto en el Plan y considerando todos los factores que pueden influir sobre la evolución de la epidemia", reza el texto difundido en el BOE.

Contenido de las solicitudes

Las peticiones deben contener un análisis sobre la fase en la que está el territorio en ese momento, la fase a la que se propone transitar, la descripción de las medidas a adoptar y las fechas propuestas para su entrada en vigor.

Además, también tendrá que incluir un estudio de las capacidades estratégicas disponibles en el sistema sanitario, la evolución epidemiológica esperada en el territorio y los mecanismos definidos para reducir el riesgo de transmisión en la población.