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Adiós a la polución en España

Juan Naharro Gimenez

Se han reducido los niveles de contaminación atmosférica en un 58% en el estado de alarma. Paco Segura explica que "hay que evitar volver a la situación anterior".

El confinamiento a escala mundial provocado por la crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un gran beneficiado: el medio ambiente. La reducción de emisiones contaminantes ha provocado una purificación del aire que se refleja en los datos, ya que en España ha bajado la polución en un 58% entre el 14 de marzo y el 30 de abril. Así lo indica el informe de Ecologistas en Acción, elaborado a partir de las mediciones oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidas en 129 estaciones entre las 26 principales ciudades del Estado español, todas con más de 150.000 habitantes.

El informe concluye que la reducción drástica del tráfico se traduce en una mejora sin precedentes de la calidad del aire, muy por debajo de los límites legales y de las recomendaciones de la OMS. Una mejora de la calidad del aire general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas y en un proceso continuado, aunque algo superior en el promedio de abril (60%) respecto a la segunda quincena de marzo (55%).

Ahora la gran duda pasa por la posibilidad de mantener la calidad del aire en el proceso de la desescalada del confinamiento. Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción, explica en AS que "es una situación absolutamente excepcional": "No hemos tenido precedente ni remoto. Pero manda un mensaje muy claro, la reducción del uso del coche en la ciudad rebaja drásticamente la contaminación. El principal contaminante en nuestras ciudades es el vehículo, algo que viene diciéndose desde organizaciones ecologistas y científicas desde hace años y se ha constatado de una forma rotunda. De estar en muchas ciudades superando los niveles máximos que permite la ley de contaminación hemos pasado a estar muy por debajo, no solo de esos niveles legales, si no de las recomendaciones de la OMS. Se ha conseguido en una situación excepcional y nada deseable, ya que mucha gente lo está pasando mal, pero indica que el camino a seguir para reducir la contaminación es reducir el uso del coche en la ciudad".

Un problema gravísimo para la salud

Así, señala que "la apuesta tiene que ser por una desescalada en la que no volvamos a situaciones anteriores. No se den facilidades al uso coche y se den a medios no motorizados y al transporte público, aunque en estos momentos puede haber dificultades por problemas de densidad de población contra las medidas de distanciamiento. Pero no podemos caer en volver a llenar la ciudad de coches, porque hay que recordar que cada año fallecen en España en torno a 30.000 personas por la calidad del aire. Hay que intentar salir de la crisis del COVID-19, pero intentando mantener lo que se ha ganado en la calidad del aire".

Segura advierte de los efectos perjudiciales del NO2: "Hay que recordar que más de 30.000 personas fallecen cada año prematuramente en España, casi 500.000 en Europa y casi 7 millones en todo el mundo por la mala calidad del aire, el asunto es gravísimo. No son muertes fulminantes como con el coronavirus, pero son pérdidas de esperanza de vida. Con los índices actuales en Madrid pierdes dos años de esperanza de vida".

Además, una mala calidad del aire resulta perjudicial en la lucha contra el coronavirus. "El gas que hemos analizado sale casi exclusivamente de los tubos de escape de los coches, fundamentalmente de los diésel y se sabe que está relacionado con la pérdida de la capacidad de resistencia a las infecciones. Es un gas tóxico que inflama los pulmones y los hace más susceptibles a las infecciones. Hay muchos estudios que han correlacionado el incremento de la contaminación como una mayor incidencia del COVID-19 y mayor tendencia a contagio con el virus".

Sobre las imágenes de animales abriéndose paso aprovechando el confinamiento, Paco Segura afirma que "se ha observado muchas veces que a poco que a la naturaleza se le deja de presionar, se extiende, resurge y florece de nuevo. En el caso de la renaturalización del río Manzanares, básicamente ha consistido en dejar correr de nuevo al río y la naturaleza ha hecho lo suyo con nuevas especies de aves, una vegetación que brota cada primavera y árboles a ocho o diez metros. La naturaleza, cuando se deja de presionar, vuelve y esto no ha hecho más que confirmarlo".

Las mayores reducciones se han producido en las ciudades de Alicante (72%) y Valencia (69%), y las menores en Oviedo (42%) y Zaragoza (45%). Madrid ha rebajado los niveles de NO2 el 59 % y Barcelona el 62 %, de promedio. Unas diferencias debidas a las condiciones meteorológicas. "La reducción del tráfico ha sido similar en toda España. Puede que haya zonas con más trabajadores esenciales y más movilidad, pero en general el confinamiento ha sido homogéneo.

Estas diferencias tienen que ver con la orografía de los sitios, las condiciones. En Alicante hubo tormentas, precipitaciones abundantes y son la causa de que hayan bajado más. Paradójicamente en Oviedo las condiciones han sido más estables. En Alicante han hecho igual de bien las cosas que en el resto de España, pero por las condiciones ha bajado todavía más. Lo importante es que se ha reducido a la mitad en casi todo el país, una diferencia notable" sentencian desde Ecologistas en Acción.