La esperanza de vida, clave para decidir quién ingresa en la UCI

La pandemia del coronavirus en España tiene a los hospitales al borde del colapso. Las hospitalizaciones en UCI se han multiplicado exponencialmente en las últimas semanas y la presión a la que está sometida los centros sanitarios no para de aumentar.

Con este panorama, la saturación de las UCIs empieza a ser un hecho, por lo que se han empezado a establecer prioridades de ingreso en ellas. Según el documento de recomendaciones UCI y COVID-19 realizado por el Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) y cuyo texto ha sido consensuado con la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), las personas con más posibilidades de sobrevivir deben tener prioridad para ser ingresadas en la UCI.

El texto explica que se debe priorizarse al paciente con más años de vida ajustados a la calidad de esa vida. En resumen, será ingresado antes el que ofrezca mayor esperanza y calidad de vida.

En la misma línea se han postulado este miércoles la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Ambos organismos han recomendado no ingresar en la UCI a pacientes de más de 80 años, según recoge un documento que ha adelantado Betevé.

"Se insta a evitar ingresos de pacientes con escaso beneficio, ya sea por patologías respiratorias por el coronavirus u otras patologías que condicionen el estado crítico", relata el texto. Además, añade, que se debe "valorar la adecuación de la derivación de los pacientes con coronavirus al hospital basándose en criterios de funcionalidad y pronóstico, y en los valores y preferencias de la persona enferma".

Calidad de vida, no sólo cantidad

Aunque la edad suele determinar mayor esperanza de vida, estas recomendaciones también recogen que no sólo tiene que ser ese el requisito para ingresar a una persona u otra en la UCI. Los documentos explican que se debe valorar al paciente de forma global, ver que no sólo sobreviva, sino en qué condiciones, analizar la unidad familiar del paciente, personas que están a su cargo, etc. En definitiva, monitorizar a la persona y su entorno para en esta situación de saturación tomar las mejores decisiones y no solo decidir en base a la cantidad de años que una persona pueda vivir, sino también la calidad de esos años.

La situación de los hospitales en España, especialmente en algunas comunidades autónomas, está provocando estos escenarios. Según datos facilitados hoy por el Ministerio de Sanidad, son 5.872 personas las que están en estos momentos en la UCI. La buena noticia, como ha apuntado esta mañana el Comité Técnico de Gestión de Coronavirus, es que alguna comunidad autónoma como Madrid que estaba al borde de la saturación, ha disminuido en las últimas 24 horas las hospitalizaciones.