Baleares y Canarias reducen sus vuelos con la Península

Las dos comunidades autónomas insulares de España, Baleares y Canarias, han decretado la restricción de vuelos con respecto a la Península y el cierre de sus puertos salvo para casos excepcionales, como el retorno de aquellos ciudadanos baleares y/o canarios que estén fuera.

En el caso de las Islas Baleares ha sido su presidenta, Francina Armengol, quién ha comparecido en rueda de prensa para anunciar la medida que ha solicitado al Gobierno presidido por Pedro Sánchez: "Se cerrarán los aeropuertos y los puertos en nuestra región. Quedarán prohibidos los vuelos y buques con pasajeros desde cualquier lugar hacia las islas, incluidas las embarcaciones de recreo".

Por otra parte, ha anunciado la presidenta balear que si se habilitarán vuelos para aquellas personas que quieran volver a casa: "Se habilitarán vuelos desde Madrid, Barcelona y Valencia con destino Palma de Mallorca; vuelos desde Madrid y Barcelona con destino Ibiza y Menorca, y desde Palma hasta Ibiza y Menorca (y viceversa), además de tres frecuencias de buques entre Formentera e Ibiza (y viceversa)".

Canarias sigue el mismo paso que Baleares

También sigue los mismos pasos el gobierno canario, que ha decretado el cierre de todos sus puertos salvo el personal autorizado que esté relacionado con el sector pesquero y con la actividad relacionada con el tráfico tanto de mercancías como de pasajeros, según ha informado la consejería de Obras Públicas del ejecutivo regional.

A través de un comunicado lanzado por la web de Presidencia del Gobierno de Canarias, se ha propuesto limitar a 17 los vuelos diarios frente a los 115 actuales y las conexiones de las Islas con el resto del país. Además, añade en dicha nota que todo aquel que quiera entrar en Canarias debe ir "con una declaración responsable en la que quede claro que su traslado es por causa justificada, como retorno al hogar, para el cuidado de familiares, trabajo o situación de necesidad".

En su llegada, aseguran que los pasajeros que lleguen pasarán un control sanitario en el que habrá "toma de temperatura".