Una pistola de fogueo hizo saltar la alarma en Nîmes

Una pistola de fogueo hizo saltar las alarmas en Nîmes, después de la crono por equipos que lanzó la Vuelta a España.

El calendario marcaba el 19 de agosto de 2017, dos días después de los atentados terroristas de Barcelona. La alerta era máxima en una ciudad conectada directamente por tren. En torno a las 21:30 horas, una agente de policía entró en la sala de prensa, en el Museo de la Romanidad, para comunicar a los periodistas y los organizadores aún presentes que no podían salir del edificio porque, según su versión, había un tiroteo en la estación de tren, a unos 700 metros de distancia. “No se acerquen a las ventanas y permanezcan aquí hasta nueva orden”, fueron sus instrucciones.

A partir de ahí se sucedieron noticias confusas. Que si tres sujetos habían bajado de un tren, que si había disparos, que si uno había sido abatido... Paralelamente, otros periodistas que ya habían cerrado la jornada y disfrutaban de las terrazas del centro, desmentían los hechos, ajenos a que otros compañeros seguían encerrados en una sala.

En efecto, el centro de Nîmes no se vio afectado, pero sí existió una alerta. Los gendarmes detuvieron a un individuo con una pistola, que luego resultó ser de fogueo, y aplicaron el protocolo de seguridad, que incluyó acordonar la estación y evacuar los alrededores. “Llegaron furgonetas de policía, gritaban que nos fuéramos de allí”, explicó la periodista Ainara Hernando, testigo directo. Después entraron armados a un tren que mantuvieron inmovilizado hasta descartar riesgos, como explicó una viajera. A las 22:40, la Prefectura informó oficialmente del restablecimiento de la normalidad. Sólo había sido un susto.