Wallays sorprende al pelotón en vísperas de la decisiva Andorra
El vencedor y Bystrom llegaron a Lleida con el aliento de Sagan en el cogote. Este viernes, en La Rabassa, y el sábado, en La Gallina, resolverán el maillot rojo.
Jelle Wallays, un belga de 29 años del Lotto-Soudal, sacó a relucir toda su experiencia de las clásicas para batir a su compañero de escapada, Sven Erik Bystrom, y para anticiparse en Lleida al pelotón, que no calculó bien la caza de los aventureros. Ambos entraron con el aliento de Peter Sagan y el resto de sprinters en el cogote. Fue un final eléctrico, emocionante. Una sabrosa guinda para una etapa de transición que orientó a los gallos hacia las montañas de Andorra, que decidirán el maillot rojo de Madrid.
Quedan dos días para ganar la Vuelta a España. O para perderla. Dos llegadas en alto consecutivas, con un terreno previo muy diferente. Este viernes se disputa una etapa ‘unipuerto’ con la meta en La Rabassa, una subida larga, pero tendida: 17 kilómetros al 6,6%. Y el sábado se remata con la jornada estelar, con un recorrido sin tregua: seis puertos concentrados en 97 kilómetros, con ese colofón en el Coll de La Gallina. De ahí saldrá el campeón. Simon Yates retuvo este jueves el rojo sin sobresaltos y partirá en la pole.
Yates afrontará las dos jornadas pirenaicas con una doble amenaza a su espalda: Alejandro Valverde, a 25 segundos, y Enric Mas, a 1:22. Dos españoles separados entre sí por 15 años. Uno de ellos, el murciano, simboliza una edad de oro del ciclismo nacional, la de Contador, Freire, Purito, Sastre, Pereiro… El otro, balear, representa un futuro que se oteaba oscuro, pero que esta temporada ha ofrecido destellos con Marc Soler y, principalmente, con el propio Mas. Anoten también el nombre de Fernando Barceló.
Alejandro Valverde, de 38 años, vive su enésima juventud. Incombustible. Conquistó la Vuelta en 2009 y ahora puede repetir nueve ediciones después. El murciano, que debutó en esta ronda allá por 2002, ya tiene hecha su carrera con un brillante palmarés. En este momento de su vida corre por el gusto de correr. Con profesionalidad, pero sin presión. Su experiencia y su infinita clase le han colocado en una posición ideal para alzarse en Madrid. Lo va a intentar. Ya le vimos atacar con valentía en el Monte Oiz y seguramente le volvamos a ver este viernes. Las bonificaciones de La Rabassa son importantes. En su contra juega ese Tour que ya lleva en las piernas, pero con la edad ha aprendido a conocerse y a dosificarse.
Enric Mas, de 23 años, disputa su segunda Vuelta. El año pasado ya gozó de protagonismo cuando se le vio subir el Angliru junto a Alberto Contador. Una ascensión tan cargada de simbolismo como el día siguiente, cuando el de Pinto le abrazó camino de Madrid y, ante las cámaras de TVE, dijo: “El futuro del ciclismo español”. Mas, que se formó en la cantera de Contador, anunció entonces que en 2018 volvería para probar “algo más”, pero posiblemente ni él podría imaginarse que estaría aupado al podio y con el maillot rojo a tiro. En su contra tiene la inexperiencia, sus escasas referencias en tres semanas, pero puede compensarla con la rebosante energía de la juventud.
¿Hay más candidatos? Matemáticamente, sí. El valiente Miguel Ángel López se encuentra a 1:36 de Yates y a 14 segundos del podio. Superman nunca se rinde. Steven Kruisjwijk parte en la parrilla a 1:48, con el Tour también percutiendo en su físico, pero deseoso de subirse por fin al cajón de una grande. Y tras ellos cinco aparece el gran favorito venido a menos: Nairo Quintana, a 2:11. Ya se ha visto que esta no será su Vuelta, pero todavía puede brindar un último servicio a Valverde.