Las siete grandes ausencias de los playoffs de la NBA 2021
Ya se conocen todos los integrandes de los playoffs de la NBA. Como siempre, las ausencias son muy comentadas: Sabonis, Zion, LaMelo...
Como cada año, los playoffs dejan muchos nombres, pero también grandes ausencias. Siempre, en un mundo en el que pesa más lo negativo, analizar quién se ha quedado fuera y por qué suele ser una comidilla demasiado rica para no probar, y hablar del tema es inevitable, al menos en ese periodo de tiempo que transcurre desde que acaba la temporada regular y empiezan los playoffs. En el presente curso, hemos tenido que esperar un poco más para hacer dicho análisis por obra y gracia del play-in, un formato que ha venido para quedarse (o eso parece) y que ha provocado que algunos de los personajes baloncestísticos que falten a la fase final no se conozcan hasta estas últimas horas. Una vez concluida esa especia de previa duplicada este año de dos a cuatro equipos, llega el momento de hablar de esos nombres propios que no estarán en los playoffs, la parte más importante de la temporada.
Stephen Curry
Parecía que sí, pero al final ha sido que no. La magia se acabó para los Warriors tras una temporada en la que han caminado siempre con el alambre y al final han caído sin disputar los playoffs, algo que sufren por segundo año consecutivo después de un lustro de ensueño, con cinco Finales y tres campeonatos. Stephen Curry no pudo rescatar a un equipo que fue neta y completamente peor que sus rivales, pero que tiró de orgullo y pundonor para hacer dudar a los Grizzlies, forzar la prórroga cuando parecían estar muertos y remontar 17 puntos de diferencia. Hasta ahí llegó el equipo de Steve Kerr, que se queda sin premio cuando eran fvoritos para conseguirlo y solo dos días después de poner en verdaderos problemas a los Lakers de LeBron en el primer duelo del play-in. Denuevo, la ausencia del base, que ha hecho una temporada digna de MVP (32 puntos como máximo anotador, 5,5 rebotes y 5,8 asistencias), será notoria. Otra vez.
Zion Williamson
Es de lo poco salvable del desastre que han sido los Pelicans este año. Ha promediado 27 puntos por partido, ha disputado el primer All Star de su carrera y ha sido comparado incluso con Shaquille O'Neal, pero su equipo va a la deriva, no se compenetra bien con Brandon Ingram y hace estadísticas bestiales en un mercado pequeño y en un proyecto que deberá reaccionar de forma inmediata para que no se le vaya su estrella. Zion mejora, pero los Pelicans no llegan, ya no al octavo puesto, tampoco al décimo que da acceso al play-in. Un bochorno que el joven pupilo de Stan Van Gundy ha intentado remediar sin suerte. El futuro es suyo, pero no parece que su equipo tenga mucho margen de maniobra y ya se ha empezado a especular con la posibilidad de que fuerce un hipotético traspaso en caso de que las cosas no cambien a corto plazo.
Karl-Anthony Towns
El pívot de los Timberwolves sigue siendo uno de los talentos más desaprovechados del baloncesto actual. No porque él mismo no aprovehce su inmensa calidad, sino por encontrarse en un sitio en el que pasa casi totalmente desapercibida. Solo disputó los playoffs en 2018 (con Tom Thibodeau en el banquillo, Jimmy Butler y compañía), la única vez que su franquicia lo ha hecho desde 2004. Este año las lesiones se han cebado con su persona y ni la parte final del curso, más que digna para él y sus compañeros, ha podido enderezar una situación imposible. Hay mimbres para el futuro inmediato, pero los ha habido también estos años sin suerte. En cuanto a la estrella, ha promediado 24,6 puntos, más de 10 rebotes y más de 4 asistencias por partido, números insuficientes para recuperar el honor que los Timberwolves solo han tenido con Kevin Garnett. El futuro, más que incierto.
Domantas Sabonis
El hijo de Avrydas es mejor jugador, anota, rebotea, y hace gala de una visión de juego de la que solo es comparable su padre. Pero los Pacers no consiguen que su proyecto sea competitivo y en la presente temporada han dado un paso atrás: tras cinco años de playoffs (todos ellos con eliminaciones en primera ronda, caen en el playín contra los Wizards y se quedan fuera. Sus promedios, eso sí, han sido realmente espectaculares: 20,3 puntos, 12,6 rebotes y 6,7 asistencias, además de llegar al All Star, donde ganó el Concurso de Habilidades. Un digno sucesor de su apellido, pero un proyecto que no tiene un futuro precisamente halagüeño por delante. Una ausencia destacada, sin duda. La defensa, eso sí, sigue siendo su gran lunar, y si la mejora podría convertirse en una estrella absolutamente completa.
De'Aaron Fox
Los Kings llevan 15 años sin playoffs, la ausencia más larga de la historia igualando a esos Clippers que hicieron lo propio de 1976 a 1991, pasando por Buffalo, San Diego y luego Los Angeles. La crisis es extraordinaria y ha acabado con todos (Vlade Divac incluido) menos con Luke Walton, que inexplicablemente parece que va a seguir en su puesto. La situación impide que Fox tenga un correcto desarrollo y que esté sometido al sainete de ser un gran jugador en un mal equipo. Este curso, 25,2 puntos y 7,2 asistencias. Y ni playoffs, ni play-in, ni nada. Los Kings, un equipo a la deriva que está más cerca, por baloncesto y sensaciones, de batir el récord en solitario de asuencias en la fase final que de arreglar la ruina en la que se encuentran.
LaMelo Ball
El hermano menor de Lonzo ha tenido un inicio extraordinario en la mejor Liga del mundo, con mucho hype, en un equipo muy molón y acaparando focos de forma cómoda y sin atosigarse. Es uno de los favoritos (lo era en solitario hasta su lesión de muñeca) al Rookie del Año junto a Anthony Edwards (cuyo final de temporada ha sido increíble) y ha promediado 15,7 puntos, 5,9 rebotes y 6,1 asistencias por noche. El único pero no tiene nada que ver con él, ya que la lesión de Gordon Hayward desmadejó a un equip que llegó a ser cuarto de la Conferencia Este. Al final, paliza contra los Pacers en el play-in, donde LaMelo pagó su inexperiencia, y a mirar hacia un futuro que parece extraordinariamente prometedor.
Gregg Popovich
El año pasado, los Spurs no estuvieron en playoffs por primera vez desde 1997. Dejaron su marca en 22 años seguidos, los mismo que los Nationals/76ers entre 1950 y 1971. No pudieron ser el primer equipo con 23 viajes seguidos a las eliminatorias, no quedaban más milagros en los bolsillos de un equipo de leyenda. Uno que en este tramo ha ganado cinco anillos (los mismos que los Lakers en ese período) y han sumado más victorias que nadie en playoffs (170) y temporada regular (1.228). Este año, la historia se ha repetido a pesar de competir hasta el final y no llegar al play-in. Y, a pesar del mérito que ha tenido la temporada texana, no nos acostumbramos a no ver a Popovich en playoffs. Por lo que sea.