La NBA es una competición en la que las disputas personales son elevadas al máximo nivel. Los enfados entre rivales y sobre todo entre compañeros siempre son protagonistas en una Liga que siempre crea un discurso propio de un blockbuster hollywoodense para dar importancia a las historias de sus baloncestistas, a los que eleva más allá del simple deporte.

Esta semana en particular está siendo la del perdón. Un capítulo que también forma parte de la película en la que muchas veces se convierte (y no hay connotación negativa en el comentario)) la mejor Liga del mundo. Lo que vimos en su día con Isaiah Thomas y Magic Johson lo hemos visto en los últimos días con Kobe Bryant, que ha dado el visto bueno a la llegada de Dwight Howard a los Lakers y ha enterrado el rencor que existía entre ambos desde que el pívot pasara de manera poco afortunada por la franquicia angelina en la temporada 20'12-13.

Ahora hemos vivido un nuevo capítulo. No por parte de Kobe Bryant, que también tuvo su propia historia (una de las que más titulares acaparó) con Shaquille O'Neal. Ahora el protagonista ha sido Gregg Popovich, que ha alabado públicamente a su ex pupilo Kawhi Leonard después de que este les endosará 38 puntos con 12 rebotes (1 asistencia y 4 robos) en la que ha sido la primera derrota de la temporada de los San Antonio Spurs. 

"Kawhi es bastante estable. No es muy hablador, no quiere estar en el centro de atención. Es solo un buen tipo que quiere ser bueno. Cuando lo vi por primera vez, observé su ética de trabajo y las capacidades físicas que tiene", rememoraba un nostálgico Pop, que en estos años no solo ha perdido al alero, también a Duncan, Parker y Ginóbili, la piedra angular de un proyecto que va por su 24ª temporada y que con el big three dio cuatro anillos, cinco en total si nos vamos al que conquistó en 1999 sin el francés y el argentino todavía en la plantilla.

Duncan en particular ha regresado a la franquicia en la presente campaña para sentarse al lado de un mentor que ha batido el récord de más temporadas entrenando a un mismo equipo (ha superado a Jerry Sloan, que hizo 23 con los Jazz) y que no ha tenido problemas para alabar a Kawhi, la única piedra en el camino casi impoluto que los Spurs han recorrido en más de dos décadas.

Eso sí, el técnico ha reconocido que cuando seleccionaron al jugador en el draft no sabían que iba a llegar tan lejos. "No sabíamos que Kawhi Leonard iba a convertirse en Kawhi Leonard de la misma manera que no sabíamos que Manu iba a ser Manu. Esté un jugador seleccionado en el cuarto puesto del draft o en el decimonoveno, no sabes como va a salir". 

Pop, que ha alabado el buen hacer de su ex pupilo primero en defensa y luego en ataque, ha hablado muy bien de la etapa que ambos compartieron en San Antonio. “¿Cuántos años lo tuvimos? Lo vimos todo desde el principio. Creció desde el primer día todo el tiempo que estuvo allí. Se convirtió en el Kawhi Leonard que ves hoy. Trabajó mucho. Nuestro personal hizo mucho trabajo. Recorrió un largo camino. Fue fantástico ".

El longevo entrenador también aclaró uno de los puntos más polémicos de sus declaraciones sobre Kawhi el año pasado, cuando dijo que éste "no era un líder" y que esa función la ejercían otros miembros del vestuario como Patty Mills. "No es un líder a la hora de hablar. Pero cada uno lidera a su manera. Él era un ejemplo en los entrenamientos y en los partidos todos los días", 

Huele a reconciliación. Kawhi también habló de la "buena relación" que ambos guardan y al final del partido ambos estuvieron hablando animadamente en el centro de la pista. Hoy en día, Leonard es probablemente el mejor jugador de la Liga, pero es imposible negar el papel de Popovich en ese hecho y el desarrollo que tuvo en sus años en los Spurs. La salida no fue la mejor... pero parece que los dos han decidido dejar el pasado atrás. Algo que se ha puesto de moda últimamente.