Green: "Me gusta decir que no hay nada que no pueda hacer"
¿El 73-9 o el anillo? “Siempre el campeonato”, responde a AS Draymond Green. “Cuando los Warriors dejemos de mejorar, el resto de equipos nos alcanzarán”.
Draymond Green (Saginaw, Michigan, 1990) es la razón del alboroto en la nueva oficina de NBA España en el centro de Madrid. Recién llegado de Londres, el Mejor Defensor de la última temporada atiende a AS en exclusiva en el primero de los diversos actos que estos días tiene programados entre Madrid y Barcelona. Después, proseguirá sus vacaciones en nuestro país.
Ha concluido su quinta temporada en la NBA. ¿Se había llegado a imaginar semejante trayectoria?
Hasta ahora ha sido un viaje increíble en el que he logrado cosas extraordinarias en muy poco tiempo. Pero quiero ser aún más grande y llegar a formar parte del Salón de la Fama (Hall of Fame), así que el trabajo no acaba aquí. Tengo que seguir esforzándome para lograr mi objetivo: ganar muchos campeonatos. Siempre encuentro la motivación para seguir adelante y mejorando.
¿Hay algo que Draymond Green no pueda hacer en una cancha de baloncesto?
(Piensa la respuesta). Me gusta pensar que no hay nada que no pueda hacer. Pero hay otros jugadores que son capaces de hacer cosas muy espectaculares que, aunque piense que puedo hacerlas, lo más seguro es que no. Una de las mejores cosas que te puede pasar en la NBA y que me hace sentir orgulloso es ser un jugador completo (all around player), ser capaz de hacer un poco de todo.
Sigamos hablando de su juego. ¿Cómo de importante es el 'trash talking' (hablar al contrario durante el partido) para usted?
Es importantísimo. Me permite seguir adelante y hace que sea más intenso, algo que me encanta. También te permite meterte en la cabeza del contrario, lo que supone una ayuda extra. Para mí el trash talking es vital. Crecí jugando así y es mi manera de jugar.
¿Algún momento en especial a destacar?
Guardo muchos recuerdos sobre el trash talking, todos fantásticos. Uno de mis favoritos de esta última temporada fue el que protagonicé con Paul Pierce. Fue muy divertido (sonríe). Nunca me lo tomo demasiado en serio, se trata simplemente de baloncesto. No consiste en faltar al respeto, pero si consigues que alguien entre al trapo es algo realmente bueno (vuelve a sonreír).
Es una persona muy indicada para hablar de los cambios que el baloncesto ha experimentado desde que llegó a la NBA. ¿Son los Warriors los principales culpables de que esto sea así?
Creo que hemos tenido un impacto considerable en el juego, pero no se puede afirmar que seamos la principal razón. El éxito que hemos tenido ha influido, por supuesto, pero hay otros equipos con grandes jugadores que también han evolucionado el juego en los últimos tiempos.
¿Qué significa para usted jugar en un equipo tan dominante como Golden State?
Ser parte de los Warriors significa mucho. Es una gran organización en la que los propietarios nos cuidan y la dirección deportiva (front office) y cuerpo técnico realizan un estupendo trabajo para acercarnos a la victoria. Somos unos compañeros que nos divertimos estando juntos y entrenando cada día. No parece que estemos trabajando y eso hay que saber apreciarlo. Disfruto de verdad en ese ambiente.
¿Cómo es trabajar para Steve Kerr?
Jugar para él es algo muy grande. Es un verdadero entrenador de jugadores. Normalmente la gente no se da cuenta de lo que él representa, pero personifica a la perfección qué significa ser un entrenador para los jugadores. Es increíble.
¿Qué es más difícil: firmar una temporada de 73 victorias y 9 derrotas o ganar un anillo?
Ganar un campeonato (responde sin pensar). Quiero dejar claro que lograr ambas cosas es una tarea realmente dura. El 73-9 era casi un imposible. Tienes que estar al 100% cada noche, todo el mundo te está esperando para ganarte. A veces, algún equipo logra encadenar varios títulos seguidos pero nadie consigue un 73-9 cada año. Eso es así.
¿Si tuviera que elegir…?
Siempre, cada día de la semana, elegiré ganar el campeonato. Es fantástico ganar muchos partidos durante la temporada regular (Regular Season), pero al final esto consiste en conquistar el anillo. He tenido la fortuna de ganar dos, algo increíble.
¿Se puede decir que estos Warriors son ya uno de los mejores equipos de todos los tiempos?
No me gusta adentrarme en este terreno. Es una cuestión marcada por la subjetividad que depende de la opinión de cada individuo. Alguien puede decir que un determinado equipo es el mejor de la historia y no los Warriors, pero nunca lo sabremos porque ambos jamás se enfrentaron. Cada gran equipo vivió una determinada época en la que el juego era distinto a las otras. No creo que sea justo compararlos. Algunos fueron grandes en su momento y nosotros lo somos en el nuestro.
Le voy a nombrar a varios compañeros. El primero, Stephen Curry.
Uno de los mejores que he tenido. Un talento especial, pero aún más una persona especial. No es nada egoísta, es especial, especial y especial (repite tres veces el mismo calificativo).
Klay Thompson.
Klay también es especial. Uno de los mejores tiradores que hemos visto. Es muy tranquilo, pero alguien realmente divertido. Desternillante. Otro excelente compañero.
¿Comentaban con él la historia de la tostadora?
La verdad es que no (se ríe). Nos dijo que sólo podríamos hacerlo si lográbamos el 16-0, pero no lo hicimos (acabaron los últimos playoffs con un 16-1 de balance).
Kevin Durant.
KD es uno de esos talentos únicos que puede que no volvamos a ver de nuevo. Al igual que el resto, tiene cero egoísmo. Esa es la cualidad que mejor nos define, todos ponemos por delante al equipo. Para mí es una alegría y una bendición jugar con todo ellos.
Andre Iguodala.
Aceptó partir desde el banquillo y cumplir el rol de sexto hombre. Aun así, fue MVP de las Finales (en 2015). Es inteligentísimo tanto dentro como fuera de la cancha. Es un mentor fantástico para todos nosotros. También le encanta bromear.
Trate de retroceder a los días previos a la llegada de Kevin Durant. ¿Realmente le llamaba por teléfono para convencerle? ¿Cómo fue aquello?
Hablaba con él y le mandaba mensajes todos los días. Simplemente quería que formara parte de esto. Sabíamos el salto de calidad que nos daría si se unía. Antes de conocer su decisión final hacíamos cábalas. Una situación muy estresante que mereció la pena. Ha pasado sólo un año, pero ha sido un periodo muy especial.
¿Qué podemos esperar de los Warriors para la nueva temporada?
Simplemente que sigamos mejorando. Trataremos de ganar todos los partidos que podamos y conseguir el campeonato.
¿En qué aspectos pueden mejorar como equipo?
En muchos. Podemos mejorar nuestra ejecución, perder menos balones, hacer progresar aún más nuestra defensa… Siempre hay margen para seguir mejorando. Cuando dejemos de hacerlo el resto de equipos nos alcanzarán.
Se dice que a Jordan Bell, la elección de los Warriors este año en el draft (número 38), le falta altura para jugar por dentro. De usted se decía lo mismo. ¿Es Bell el siguiente Draymond?
Me gusta Jordan. Le he seguido en la Liga de Verano (Summer League) y es capaz de hacer muchas cosas. Está por todos los sitios. Puede dominar el juego sin anotar. En ese aspecto me veo reflejado en él, pero no me gusta decir que será el siguiente Draymond Green porque ambos tenemos cualidades distintas. Aunque eso sí, tiene la oportunidad de ser alguien especial.
En lo que llevamos de mercado varias franquicias se han reforzado con el objetivo de competir contra ustedes. ¿Qué le dice esto?
Me gusta. Es algo fantástico para la Liga. Todos estos movimientos hacen mucho más divertida a la NBA. Eso por descontado.
¿Destacaría algún movimiento en especial?
No me preocupa lo que otros equipos hagan. Sé lo que está pasando, pero no me quiero pronunciar hasta ver cómo encajan las distintas piezas. Simplemente deseo que nuestro equipo mejore.
Tengo que preguntarle por LeBron James…
Es un gran tipo. Muy inteligente tanto como persona como jugador. Es muy divertido jugar contra él.
¿Podemos decir que ya es uno de los mejores jugadores de la historia?
¡Por supuesto! Basta con comparar sus logros con el de otros grandes jugadores. Aparece en lo más alto de cada categoría. Sí, se encuentra entre los mejores de siempre.
En 2012, Golden State le seleccionó con el número 35. Como un chico de Michigan que es, ¿se llegó a ver jugando en los Pistons? (Detroit contaba con el ‘pick’ número 39 en aquel draft).
Tuve el presentimiento de que los Warriors me seleccionarían. Hice un gran entrenamiento con ellos. Tampoco puedo olvidar que por aquel entonces Joe Dumars, quien es como un padre para mí, era el general manager de los Pistons. Probablemente, si hubiera caído hasta el ‘pick’ 39 me habrían elegido.
Mójese. ¿Su mejor quinteto histórico?
Como base, Stephen Curry. En el ‘dos’, Klay Thompson. De alero, Kevin Durant. Como ‘ala-pívot’, un servidor y de ‘cinco’, Zaza Pachulia. Voy con los míos.
Usted concluyó los cuatro años de formación en el college (universidad). ¿Es esto relevante?
Me sirvió mucho. Esos cuatro años me permitieron jugar en la NBA desde el momento en el que llegué. Estaba preparado. Hoy se ven a muchos chicos jóvenes que aún no están capacitados para contribuir porque tienen muchas dudas y física y mentalmente no están preparados.
¿Es usted de videojuegos?
No juego demasiado. A veces lo hago al NBA 2K.
¿Alguna película o serie?
Powers es mi serie favorita. ¡Es increíble!