Silvestre: fuga, fichaje, fuga... y vuelta

Baloncesto | La intrahistoria

Silvestre: fuga, fichaje, fuga... y vuelta

Silvestre: fuga, fichaje, fuga... y vuelta

Pocos saben a estas horas dónde puede estar mañana Geoffrey Silvestre. Es imprevisible. El baloncestista cubano, que fue noticia el pasado agosto al pedir asilo político en nuestro país, acapara la actualidad del Plasencia Extremadura por encima del traspié sufrido por el equipo en la Adecco Plata. Los extremeños cayeron ante el Real Madrid (64-66) en la segunda jornada de Liga y son colistas del Grupo B. Necesitan un revulsivo y ése puede ser Silvestre (30 años, 2,00).

Él fue uno de los cuatro jugadores cubanos que abandonaron la disciplina de su selección nacional tras el amistoso contra el Gran Canaria en Vecindario y el jugado contra España en Las Palmas.

Silvestre, Georvis Elías, Grismay Paumier y Taylor García prefirieron quedarse aquí para labrarse el futuro que en Cuba consideraban imposible. Él llegó a un acuerdo con el Plasencia Extremadura, club con el que esperaba debutar una vez que recibiera el tránsfer de la FIBA. La Federación Cubana, mientras tanto, se negaba a dar vía libre para que el jugador pudiera fichar por un club extranjero. Debía volver a la isla. En medio del tira y afloja, Silvestre desapareció el pasado miércoles. Empleados del club descubrieron que no se había llevado sus cosas del piso. Ni siquiera sus agentes conocían el paradero del internacional cubano. De nuevo se había fugado.

La sorpresa llegó cuando, en pleno partido con el Real Madrid, Geoffrey apareció en el pabellón. Se sentó junto al banquillo y la afición le ovacionó. Luego pidió perdón a sus compañeros y al entrenador. El Gato, como le apodan, había vuelto. Pero este gato es más difícil de atrapar que aquel Silvestre que perseguía a Piolín.