El dragón rojo termina por comerse al Unicaja

Baloncesto Euroliga | Olympiacos 83 - Unicaja 72

El dragón rojo termina por comerse al Unicaja

El dragón rojo termina por comerse al Unicaja

El adinerado Olympiacos no perdonó tras el descanso

De los despistes de TVE ya sólo nos salva Internet. No es por publicitar, pero sin rojadirecta.com y sus mágicos enlaces no se podría haber escrito la crónica de este Olympiacos-Unicaja, un partidazo por otra parte, que la televisión pública obvió. La decisión habría sido respetable sólo si no hubiese sido anunciado a bombo y platillo en la parrilla de La 2. Pero en La 2 teníamos un buen Nadal-Monfils. Y en Teledeporte, más Nadal. Si es que Rafa vale por dos...

Así que Málaga y el buen aficionado al baloncesto se perdieron la visita del Unicaja al Rey Midas del baloncesto, que terminó como anunciaban los pronósticos: ganó el dragón rojo, Olympiacos, que tiene una nómina de estrellas que asusta, especialmente Josh Childress, pelo a lo afro y perfil de playground, pero cerebro casi europeo. Childress ha aterrizado de pie en la Euroliga. Lideró junto a Burusis al equipo de los adinerados hermanos Aggelopulos y tiene enloquecida a la afición de El Pireo, que este año ha doblado los abonos. Ver la caída del Panathinaikos cerca siempre motiva.

Unicaja dio la cara. Sorprendió en el primer cuarto (14-20), sobrevivió hasta el descanso (39-38) y luego se marchitó porque Cabezas no apareció y Jiménez, víctima de la fiebre, casi ni se tenía en pie. Las soluciones fueron los triples de Kelati y el triángulo interior (Haislip, Ndong y Archibald). A seis minutos del final, Unicaja estaba 63-58 y tenía preocupado al ricachón griego, pero eran muy pocos socios.