La Final a Cuatro de la Euroliga, prevista los próximos 29 de abril y 1 de mayo en Tel Aviv, así como el encuentro que la próxima semana deben disputar el Hapoel Jerusalén y el BC Reflex Zeleznik serbio en cancha hebrea, correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa ULEB, están en el aire como consecuencia de la situación en Israel.
La tensión desatada por el ataque del ejército israelí que el pasado lunes costó la vista al líder de la organización palestina Hamas, Ahmed Yasin, ha provocado que la renuncia del Pamesa a jugar en la pista del Maccabi Tel Aviv y, además, ha hecho que la Euroliga se replantee la conveniencia de organizar la Final a Cuatro en Tel Aviv y que el Zeleznik haya exigido garantías absolutas para desplazarse a Jerusalén.
La Euroliga ha convocado una reunión extraordinaria de su Comité Directivo ('Board') a principios de la próxima semana para debatir si mantiene la Final a Cuatro en Tel Aviv o, por el contrario, la traslada a otra sede.
El Comité está formado por representantes de los tres campeonatos fundadores de la Unión de Ligas Europeas (ULEB) -España, Italia y Grecia- y de seis clubes -Alba Berlín (GER), Benetton Treviso (ITA), Cibona (CRO), Maccabi Tel Aviv, Olympiacos (GRE) y Barcelona-, en cuyas manos recae la responsabilidad de tomar una decisión al respecto.
Cambio de sede
El director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu, adelantó que "si la Final Four no se puede hacer en los términos que se ha hecho otras veces" lo recomendable es buscar una solución, incluido el cambio de sede.
En cuanto a la Copa ULEB, el Reflex Zeleznik ha enviado una carta a los responsables de la Unión de Ligas para pedir garantías sobre la seguridad con vistas al partido de vuelta, programado el próximo 30 de marzo en pista israelí o, en su defecto, un cambio de escenario, alternativa que abre la posibilidad de llevar el choque a Tel Aviv.
