Karlos Arguiñano cambia los platos del menú y sube los precios
El popular cocinero vasco ha modificado la carta de su menú de degustación para adaptar el recorrido culinario a los productos y alimentos de temporada.
Karlos Arguiñano, uno de los cocineros más mediáticos y populares de nuestro país, cuenta con un restaurante de marca personal en la playa de Zarautz, donde los comensales pueden disfrutar de la sabiduría del chef de Beasain en sus platos. Además, el restaurante abrió nuevamente sus puertas el pasado mes de febrero tras casi dos meses de cierre a causa del aumento de contagios de COVID en plenas fechas navideñas.
Del mismo modo, la proliferación de algunos alimentos, como verduras o pescados, naturales de esta temporada ha propiciado que el cocinero vasco modifique la carta de su restaurante de cara a la época veraniega, donde muchos turistas aprovechan su estancia para visitar los interiores del palacete y degustar los platos de este emblemático restaurante español. “El objetivo es poder utilizar productos de temporada”, remarcan en su página web.
Menú de degustación de temporada
El menú de degustación del restaurante de Karlos Arguiñano es una oportunidad de “disfrutar de toda nuestra cocina por un precio especial, sin perderte ni una sola de las experiencias que te haremos vivir a través de tu paladar”, señala en su carta de presentación. El recorrido se inicia con una ensalada de confit de pato, cremoso de naranja y mayonesa de estragón y un huevo a baja temperatura con crema de chorizo, guisantes y patata.
Seguidamente, los platos principales son un pescado del día con salsa beurre blanc y bimi y unas albóndigas de cordero con salsa de almendras, orejones y uvas pasas. En cuanto al postre, frutos rojos de temporada, espuma de queso y galleta crujiente. Toda esta degustación, tiene un precio de 51,90 euros por comensales, sin incluir bebidas y el 10% del IVA. El menú no es apto para personas celíacas.
Además, ofrece una carta llena de entrantes, pescados, carnes y postres para aquellos comensales que no quieran el menú de degustación. Entre los entrantes, cabe destacar los huevos rotos con panaderas, setas e ibérico o el pulpo asado con crema de ajo blanco, como también pescados, como merluza a baja temperatura con leche de coco y mejillones escabechados o carnes, como el famoso chuletón de vaca. En cuanto a los postres, la tarta de maracuyá y chocolate blanco y la tarta de queso al horno son los más demandados por los comensales.