Kyrgios, un peligro en Wimbledon
El australiano, Top-50 del mundo 15 meses después, hubiera sido cabeza de serie en caso de acceder a la final de Halle. Ahora es una amenaza para los favoritos.
En 2014, Nick Kyrgios sorprendió al mundo. A sus 19 años, llegaba a Wimbledon como invitado y, con 37 saques directos, el último de ellos para certificar la victoria, vencía a Rafa Nadal por 7-6(5), 5-7, 7-6(5) y 6-3. Era el primer triunfo de alguien fuera del Top-100 frente al número uno del mundo desde que Andrei Olhovskiy superara a Jim Courier, también en Londres, en 1993. Tras el torneo, el jugador australiano rompía barreras en el ranking ATP y pasaba de la 144ª posición a la 66ª. El inicio de lo que parecía un ascenso imparable que, finalmente, no lo ha sido tanto. En 2016, Nick alcanzaba su mejor puesto de siempre en la clasificación por puntos, llegando a ser 13º; este 2022, sin embargo, lo empezaba más allá del número 100, siendo la primera vez que caía más allá de las tres cifras desde ese 2014.
Entre una fecha y la otra, un carácter indomable, excéntrico y multitud de escenas reprobables. También su otra cara: golpes inimaginables, partidos para el recuerdo y la demostración, a pinceladas, de que es un jugador que podría estar entre los mejores. Su récord frente a los jugadores más importantes del circuito, sin ir más lejos, así lo demuestra: 2-0 frente a Djokovic, 2-1 frente a Medvedev o 3-1 frente a Tsitsipas, por ejemplo. Frente a los grandes nombres, suele entrar en escena una versión fugaz de Kyrgios que, ahora, parece recuperar algo de constancia. Este año, el aussie ganó el dobles en el Open de Australia, no perdió ningún set en Indian Wells hasta que se topó con Nadal, alcanzó los octavos en Miami y las semifinales en Houston y Stuttgart. Ayer, se despidió en la misma ronda de Halle tras caer frente a Hubert Hurkacz.
Una derrota que, más allá de alargar la buena dinámica de la temporada, tiene múltiples implicaciones. Por un lado, el camino de Kyrgios en Alemania supone su vuelta al Top-50 del ranking 15 meses después (virtualmente, es 45º); por el otro, implica que no será cabeza de serie en Wimbledon. Un peligro para él, pero también para cualquiera de los favoritos al torneo, que se podrían medir con Nick desde la primera ronda. “Creo que en hierba estaré en el Top-5 o Top-10 del mundo”, aseguraba antes de arrancar su andadura en Halle. Y tiene ganas de demostrarlo en la meca de la superficie, en la que acumula 44 victorias y 23 derrotas (65,67% de éxito). “Todo el mundo que sigue el tenis sabe lo que es Wimbledon, y la gente que no sigue el tenis también. Es un gran ejemplo. De niño, quieres ganar Wimbledon”, ha asegurado Kyrgios, recientemente, sobre el torneo londinense. De mayor, mantiene la ilusión.