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Un desenlace dramático para volver a la élite

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Un título histórico y agónico. El Amberes, que es el club de fútbol más antiguo de Bélgica, no ganaba la liga desde 1957. Aquel título, el cuarto de su historia, le permitió participar por primera vez en la Copa de Europa: cayó en primera ronda ante el Real Madrid (1-2 en casa y 6-0 fuera). Desde entonces, pasaron más de 65 años sin conquistar el torneo de la regularidad en su país y sin participar en la máxima competición continental. Hasta ahora. Con una plantilla reforzada con jugadores de prestigio internacional, llegaron a la última jornada con opciones de ser campeones pero jugándosela con otros dos equipos: el Union Saint-Gilloise y el Genk, que era su rival en aquella frenética tarde de transistores y que además jugaba en casa. Una carambola en el tiempo de descuento le dio al Amberes el ansiado título: el Union encajó ante el Brujas y Toby Alderweireld marcó un golazo descomunal en Genk con un tiro lejano que se coló por la escuadra. Un desenlace de película.

El símbolo y el sostén. El cuento de hadas lo fue más porque el gol lo anotó Alderweireld, un tipo nacido en Amberes que había vuelto a casa el verano anterior tras una carrera exitosa en clubes importantes como el Ajax, el Atlético o el Tottenham. En realidad, su formación fue en el Beerschot, el gran rival ciudadano del Amberes, y nunca hasta ahora había vestido la camiseta del principal club de su localidad. A sus 34 años y ya retirado de su selección tras el Mundial de Qatar, Alderweireld aporta experiencia, posicionamiento defensivo, salida de balón y juego aéreo en el eje de la zaga. En la eliminatoria ante el AEK fue el jugador más destacado, ofreciendo una clase maestra de liderazgo hasta que tuvo que ser sustituido por una lesión de la que volvió el pasado fin de semana en la victoria por 0-3 en Westerlo.

Un proyecto polémico y ambicioso. El siglo XXI estaba siendo difícil para el Amberes, que pasó varios años en segunda división. Sin embargo, la compra del club por parte del empresario inmobiliario Paul Gheysens en 2017 catapultó su rendimiento. La apuesta definitiva la hizo el pasado verano tras la llegada a la dirección deportiva de Marc Overmars, que había salido del Ajax tras admitir que había mandado mensajes inapropiados a compañeras de trabajo. Su llegada provocó muchas críticas e incluso cuatro anunciantes del club retiraron su patrocinio. En lo puramente futbolístico, Overmars aprovechó sus conexiones neerlandesas y formó un equipo muy competitivo firmando a jugadores experimentados como el mencionado Alderweireld o el delantero Vincent Janssen y a jóvenes talentos como Calvin Stengs o Jurgen Ekkelenkamp. Stengs fichó en junio por el Feyenoord, pero los otros tres permanecen en una plantilla en la que también destacan el mediocentro Vermeeren (tiene 18 años y llegó a sonar para el Barça) y el dinámico atacante Balikwisha. En este último mercado ha llegado el buen lateral izquierdo Owen Wijndal, cedido por el Ajax. La elección del entrenador, el neerlandés Mark van Bommel, también resultó ser exitosa, ya que el equipo se hizo con el doblete de liga y copa. En su día la decisión fue vista como arriesgada, ya que el ex centrocampista del Barcelona había sido destituido en sus dos únicas experiencias en los banquillos: en el PSV y en el Wolfsburgo, donde duró unos pocos meses.