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No hay que olvidarse de jugar el partido

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Resultado contundente, pero... El 2-5 del partido de ida en Anfield es un resultado lo suficientemente contundente como para marcar claros condicionantes para la vuelta. El primero, la sensación de que la cosa está hecha, en el bolsillo. ¿Cómo encaras un partido cuando vas ganando 3-0? No debes caer en la tentación de jugar como cuando te pones con tres goles de ventaja durante un encuentro, ya que ahí el aspecto emocional juega a tu favor; el rival rendido, cansado y viendo como una montaña imposible de escalar el hecho de darle vuelta a la situación. Para una vuelta de eliminatoria, has tenido tiempo de resetear, comprender que no tienes absolutamente nada que perder, cosa que te permite jugar totalmente desprendido y sin presión, porque estás “eliminado”.

Peligro. Equipos tan buenos como el Liverpool en este estado puede ser muy peligrosos. Por su parte, el Madrid debe jugar el partido para ganar, sin pensar en dejar pasar el tiempo pasándose el balón (ya habrá lugar para hacerlo según vaya el tema) y, lo más importante, sin olvidarse de la portería del rival. Debe amenazar, ser vertical y tener el colmillo bien afilado siempre que se pueda. El contexto es ideal. Klopp debe afrontar el choque asumiendo enormes riesgos, insisto, hay poco que perder, lo que acabará por provocar que se abran los grandes espacios, entorno donde futbolistas como Vinicius, Valverde o Karim deben hacer florecer sus virtudes. Partido para ser muy prácticos los primeros minutos, sin arriesgar los pases cerca de Courtois, buscando un juego más directo para evitar regalos que den alas a los de Liverpool.

Experiencia. Hablamos de un grupo de futbolistas experimentados, capaces de gestionar las emociones que ofrece el alto nivel e, incluso, de salir de situaciones inverosímiles cuando parecía que no había vuelta atrás. El máximo peligro de los de Klopp viene tras recuperación, con ataques rápidos y verticales, reduciéndose mucho esa amenaza cuando atacan en posicional. Lo dicho, aunque parezca sencillo, es un partido difícil de gestionar en lo emocional, porque vas ganando 3-0.