Jesús Gallego

Las formas y el diagnóstico

Mucho corazón y poca cabeza, poco fútbol. Con ese plan, un rival tan bien colocado como el Arsenal no se puso ni un minuto nervioso.

Vinicius y Mbappé se lamentan durante el Real Madrid-Arsenal de este miércoles en el Bernabéu.
Angel Martinez
Jesús Gallego
En la SER desde 1990, donde ha dirigido y presentado Carrusel Deportivo, Ser Deportivos y Hora25 Deportes. Fue reportero de El Larguero y Carrusel siguiendo la actualidad del Real Madrid y la Selección. Ha cubierto la Liga, Champions, Mundiales, Eurocopas y JJOO Olímpicos. Fue presentador de Deportes Cuatro, Golazo de Gol y Movistar Deportes.
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El Madrid quiso salir ante el Arsenal como el séptimo de caballería y pareció más bien un desorganizado grupo de indios a las órdenes de Caballo Loco. Pelotazos, acelerones, carreras sin parar y un sinfín de centros al área para que nadie los rematase, entre otras cosas porque no tenías un buen rematador para ello. Mucho corazón y poca cabeza, por lo tanto, poco fútbol. Con ese plan, un rival tan bien colocado como el Arsenal no se puso ni un minuto nervioso y se limitó a gestionar los impulsivos envites de los espídicos futbolistas blancos. No fueron sino los estertores de la impotencia, de saberse peor organizado que el contrario, de agarrarte a la esperanza de que algo desatase de nuevo lo imposible. Fue un mal final de Champions, sin épica y sin juego, un quiero y no puedo.

La realidad demostró lo que se viene viendo toda la temporada: el equipo no carbura, no fluye, no juega bien. Más allá de las bajas que lo han diezmado, se ha visto que la marcha de Kroos y el encaje de Mbappé han provocado un cortocircuito en el engranaje. El fútbol del francés y el de Vinicius no mezclan bien de forma natural y les cuesta encontrar rutinas y espacios para asociarse. Está más que demostrado que Kylian no puede hacer de delantero centro, le cuesta moverse en espacios reducidos y escabullirse de una defensa poblada. El cambio de posición de Bellingham también lo ha lastrado y se pasa el partido corriendo sin llegar a nada. Ancelotti no ha dado con la clave porque las piezas no encajan y habrá que pensar algo porque a otro entrenador le puede pasar lo mismo. Queda temporada y es obligado seguir intentando ganar, pero aunque se gane, el diagnóstico cambiará poco.

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