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Jackson se ocupa de mejorar y Aguirre desespera a Gattuso

Delantero al alza

La descripción futbolística de Nicolas Jackson (21 años) precipita siempre opiniones encontradas. Se le reconoce su capacidad atlética, pero se le cuestiona su ausencia de finura en la finalización. En cualquier caso, partidos como el del Almería reafirman que de la primera virtud va sobrado y que el segundo defecto está en proceso de rectificación. La convicción de Jackson en las rupturas dio alas al Villarreal. Era llegar el balón a Parejo y él se lanzaba al espacio para poner en solfa a la defensa adelantada del Almería. Lo hizo en una jugada que acabó en corte providencial de Chumi y en la ocasión de Morales, pero sobre todo lo explotó en el gol decisivo. El fabuloso pase en profundidad de Parejo dejó a Jackson delante de Pacheco. Donde antes fallaba, esta vez tuvo la calma para resolver. Se percibe la proyección de Jackson en este aspecto. En la 2021-22, durante su cesión al Mirandés en Segunda, apenas promedió un 7% de efectividad en el tiro y un 25% en las ocasiones claras. Este curso sus números se han elevado hasta el 17% y el 40%, respectivamente. Jackson se procura tener las oportunidades y cada día las aprovecha mejor.

Organiza desde atrás

A sus 27 años, Alejandro Catena despunta como un central de vanguardia sin apartarse tampoco de los códigos que debe manejar todo buen defensor. Es expeditivo, férreo en la anticipación, dominador por alto y con un desplazamiento de balón en la salida sobresaliente. En este último apartado destacó contra el Cádiz. Solo erró una entrega y dio forma a la verticalidad del Rayo de Iraola con sus balones en largo a Álvaro García, Fran García, Camello o Isi (nueve de nueve). El envío del 2-0 a Álvaro sí que fue una asistencia verdadera. Se distingue como un arquitecto del juego desde la defensa. Por algo es el futbolista de las cinco grandes ligas que más pases en largo ha dado con 144.

Pizarra ganadora

Entrenadores como Javier Aguirre no abundan en el fútbol. Su claridad en el discurso y su eficiente intervención táctica ofrecen a sus equipos lecturas idóneas de los partidos. La victoria del Mallorca en Mestalla descansó, precisamente, en estos principios. Se jugó a lo que quiso el equipo bermellón, para desesperación del Valencia, al que no le sirvió ni ponerse en ventaja. El 1-5-4-1 inicial de Aguirre cerró los pasillos e incitó a los de Gattuso a centrar en exceso (30 envíos al área). Raíllo se agigantó con 14 despejes. Después, con el gol de Cavani, el mexicano cambió el sistema a un 1-4-2-3-1 (o 1-4-4-2) con las entradas de un magnífico Dani Rodríguez y Amath. Por las conducciones de ambos, más la relevancia vigente de Muriqi y Kang-in Lee, el Mallorca abrazó la remontada con el sello de Aguirre. Un entrenador con mayúsculas.

Centro al aire

El quebradizo inicio del Espanyol apenas deja motivos de esperanza, aunque alguno hay. La amplitud que da con sus incorporaciones Brian Oliván (28 años) por la izquierda es uno de los mismos. Es el tercer lateral de LaLiga, tras De Marcos (Athletic) y Javi Galán (Celta), que más ocasiones crea cada 90 minutos. Otra vez un centro del jugador perico al segundo palo posibilitó el gol de Puado ante el Elche. Se supo aprovechar del rol interior de Edu Expósito para tomar la banda y firmar centros de verdadero peligro, aunque a veces debería contemporizar más. La bronca que le echó Darder por acelerarse, con 2-1 en el marcador, le debe hacer elegir mejor en futuras ocasiones.