El ogro de siempre del Bayern...

Proyecto. A Nagelsmann su despido le cogió esquiando en Austria. No esperaba, ni él ni nadie, que el Bayern cortara de raíz un proyecto que aún aspira a todo este curso: vivo en Champions tras apear al PSG, vivo en Bundesliga a un punto del Dortmund y vivo en copa con una eliminatoria factible ante el Friburgo en casa. Ya había ganado anteriormente la Supercopa, el primer título de la temporada. Es decir, el Bayern está donde debe. Pero algo falla. Y no, no es Nagelsmann.

Venganza. Después de décadas sensatas de gestión deportiva con Rummenigge —él fichó a Heynckes, a Guardiola, a Ancelotti, al propio Nagelsmann—, las riendas las lleva ahora Oliver Kahn, un ogro que ya lo era sobre el campo y que también lo es en los despachos. Al exportero no le gustaban aspectos del técnico que ha utilizado en su contra en cuanto un mal resultado le da argumentos para despedirle. La venganza se sirve fría.

Moderno. A Kahn no le gustaba de Nagelsmann, por ejemplo, que tenga una relación sentimental con una periodista. Ni sus looks vanguardistas en el banquillo que más de una polémica generaron. Tampoco que echara un pulso a Neuer forzando la destitución del entrenador de porteros de confianza del club. En general, a Kahn no le gusta un Bayern moderno como el que implantó Nagelsmann, un revolucionario de 35 años. La mano de hierro ha vuelto. Llega Tuchel y se va un técnico por el que se peleará media Europa. En Múnich, no; en Múnich manda Kahn.

La foto. Los grandes clubes, entre ellos el Bayern, se darán cita desde el lunes en la Asamblea General de la ECA en Budapest. Presidida por Al Khelaïfi, la reunión servirá para estrechar los nuevos lazos del fútbol mundial. O eso se cree. Están previstos discursos del propio Al Khelaïfi, de Ceferin y de Infantino. Es decir, ECA, UEFA y FIFA juntos de la mano en una misma foto. La imagen soñada por los detractores de la Superliga. La alianza que ya solo el Tribunal de Luxemburgo puede hacer saltar por los aires.

Hoy descubrimos a… Luka Vuskovic (2007). El Hajduk Split es la gran sensación de la Champions juvenil tras haber eliminado al City y al Dortmund. La locura se ha desatado con el conjunto croata, que llevará a miles de aficionados a la Final Four del próximo mes en Ginebra. Uno de sus mayores argumentos es este central de 1,93, poderoso por alto y sólido atrás. Clubes importantes de Europa le siguen. Se habla, en concreto, de PSG y City. No tardará en salir.