Alcaraz repite el camino

Carlos Alcaraz está en el mismo lugar que el año pasado a estas alturas de Wimbledon: las semifinales. Y también ante el mismo rival: el ruso Daniil Medvedev. El español avanza con paso firme por un camino que entonces era desconocido, pero que ahora no tiene apenas secretos para él. A pesar de su joven edad, 21 años, Alcaraz sabe que para ganar un Grand Slam, y ya lo ha hecho en tres ocasiones, hay que afrontar momentos de sufrimiento. Siempre los hay. Para plantarse en su primera final de un grande, en la del US Open 2022, tuvo que superar tres durísimos partidos consecutivos a cinco sets que le tuvieron contra las cuerdas. Eso curte mucho. Uno de aquellos choques, en semifinales, fue precisamente ante Frances Tiafoe, que en la hierba del All England Club también le ha exigido al máximo en octavos de final. Carlitos se ha visto obligado a remontar dos veces en esta edición: la primera ante el mencionado Tiafoe y la segunda, este martes, frente a otro estadounidense, Tommy Paul.

El murciano lo hizo en unas condiciones teóricamente menos beneficiosas para su tenis, bajo techo, pero ya lleva tres partidos en esa situación y los ha ganado todos. Vencer a los más grandes, en los escenarios más sublimes, requiere aclimatarse a todas las circunstancias. Alcaraz ya ha conquistado tres Grand Slams en tres superficies distintas, la dura de Nueva York, la tierra de Roland Garros y la actual hierba de Londres, así que precisamente es uno de sus puntos fuertes. La adaptación. El viernes espera Medvedev, con quien tiene un 4-2 a su favor. Una de esas victorias fue en las semifinales de 2023, que resolvió con un triple 6-3. Si nos agarramos a esos precedentes, el vigente campeón debería defender su título el próximo domingo en la final. Pero el deporte no son matemáticas. Muchas veces hay que sufrir. Alcaraz también sabe hacerlo. Por el otro lado del cuadro sigue vivo Novak Djokovic. Pero ya habrá tiempo de pensar en eso.