Opinión

A Segunda, oé

A Segunda, oé
Carme Ripollés | DiarioAS
Iván Molero
Llegó al Diario AS como estudiante en prácticas en 2002, y desde que se licenció en Periodismo por Blanquerna, de la Universitat Ramon Llull, se ha especializado en la información del Espanyol, sobre el que también ha co-escrito libros, todo ello atendiendo al seguimiento de otros equipos, deportes y eventos desde la delegación de Barcelona.
Actualizado a

A años luz del esperpento de las últimas horas en la Copa del Rey, cuya final debería ser siempre la fiesta del fútbol español pero que han convertido en un capítulo más de Relatos Salvajes, calientan motores el Espanyol y gargantas 600 de sus aficionados (más los miles que lo seguirán en la distancia) para afrontar el primer punto de partido para la permanencia que la soberbia segunda vuelta de su equipo les ha permitido acariciar con tanta solvencia.

En Vila-Real, un encuentro que el pasado 3 de marzo tenía como objetivo perico huir de las llamas, o en su defecto sumergirse de nuevo en ellas, ha pasado a convertirse en el tránsito a la definitiva tranquilidad. La fumata blanca. O blanquiazul. La semana en que el club celebraba Sant Jordi con el lema “125 años plantando cara al dragón”; siempre luchando ante la adversidad. Y justo cuando otros se sumergen sin esperarlo en las arenas movedizas del descenso.

A Segunda, oé
Una buena cantidad de pericos se acercaron el miércoles al stand del Espanyol por Sant Jordi.RODOLFO MOLINA

Desde un púlpito muy alejado de los altares papales o del palco de La Cartuja este sábado, si acaso no son prácticamente lo mismo, un buen amigo, creativo y ante todo artista (bueno, para este caso, ante todo perico) nos hacía pensar esta semana: “Oye, ¿te suena que en el estadio del Espanyol se haya cantado alguna vez el ‘A Segunda, oé‘? Porque yo creo que no”.

Se entiende la pregunta como cántico al rival, claro, porque al conjunto perico le tocó escucharlo no hace tanto, concretamente hace dos temporadas, en la última jornada, por parte de la hinchada de un Almería que ese día se salvaba en el RCDE Stadium y al año siguiente bajaba, cruzándose con un Espanyol que volvía a su hábitat natural de la Primera División.

Pues lo cierto es que, al menos en el actual estadio, a uno no le viene a la cabeza ningún ‘A Segunda, oé‘. Quizá porque nadie mejor que un perico sabe lo que duele cuando las cosas no marchan bien. Y, sin embargo, no quedó más remedio que escucharlo en Montilivi, sin ir más lejos en el Girona-Espanyol de este mismo curso, el pasado 23 de noviembre. Cinco temporadas contra 88 en Primera.

A Segunda, oé
Espanyol y Girona, el pasado 10 de marzo en el RCDE Stadium.Gorka Leiza

Pero no. No se trata de devolver la moneda, de apelar al karma o de desear, al fin y al cabo, el mal ajeno. No desde estas líneas. Si el Girona bajase a Segunda, y no fuera capaz de regresar pronto, tarde o temprano volvería a su chasis de unos pocos de miles de seguidores, no tan ruidosos, mucho menos mediáticos, pero fieles e igual de respetables que los del Espanyol, el Sabadell, el Nàstic o la Guineueta. Los mismos que de verdad sufrirían este descenso.

Como Francesc Rebled, el expresidente del Girona que reivindicó que “el único equipo” que le ayudó, cuando su situación económica era muy limitada, fue el blanquiazul, con cesiones casi regaladas. Y eso fue hace unos pocos años, con los Ángel Martínez, Dani Nieto, Carlos Clerc o Cristian Gómez. Pero es que antes ya habían llegado los Alfredo Argensó, Jordi Xumetra, Juanma Hernández, Cristo Jiménez

Y hace 50 años, medio siglo, el Espanyol ya ofrecía al Girona hasta 14 jugadores a préstamo de una sola tacada, de los que se llevaron siete, entre ellos Paco Flores. Por no hablar de los que simplemente jugaron en ambos equipos: Pol Llonch, David García, Ferran Corominas, Moisés Hurtado, o actualmente Cristhian Stuani y David López.

A Segunda, oé
Stuani y David López, cuando se medían con Girona y Espanyol.Gorka Leiza

Lo que de verdad debería distinguir al Espanyol (a su gente, que es la que conforma de verdad el club) del pensamiento único que tantas veces ha tratado de oprimirle es precisamente el valor que le da a la pluralidad, la riqueza que comportaría tener cuantos más equipos catalanes en la elite, mejor. Como aquel ocurrente ’Feel the colours’ con el que hackeó la campaña monocolor de la Generalitat. Un contrapoder real.

Noticias relacionadas

En fin, que se acuerden en el hoy derruido Camp Nou o en el otrora perico Montjuïc del ‘A Segunda, oé’ dirigido al Espanyol puede hasta tener cierta gracia, puesto que no hace sino confirmar que lo que le suceda al club blanquiazul es mucho más importante para la hinchada culé de lo que la mayoría reconocen. Pero que lo cante un club que lo ha sufrido, o que ha vivido más en Segunda que en Primera, no es de recibo. Lo que sí procede es dar carpetazo cuanto antes a la permanencia. Y disfrutar.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en Opinión

Productos recomendados