Dos formas de caer por uno en el Etihad
Por 1-0 perdió el Atlético; por 4-3, el Madrid. A efectos del partido de vuelta es igual: hace falta un gol para la prórroga, dos para pasar. Pero ¡qué distinto en cuanto a imagen! Es cierto que el resultado final del City-Madrid tiene una prima en fallos defensivos, pero ni eso disimula la enorme diferencia en la impresión que ambos partidos dejaron. Decía que el efecto de los resultados en la ida es idéntico cara a la vuelta, pero no hubiera sido así en caso de que aún tuvieran un valor extra para caso de empate en la eliminatoria los goles fuera de casa. Hasta hace un año, el 4-3 del Madrid hubiera sido casi bueno, y el 1-0 del Atlético casi bastante malo.
Ayer me mensajeé con varias decenas de amigos, conocidos o saludados, gente impuesta en fútbol. Entrenadores, directivos, árbitros, periodistas, incluso algún político con sana afición, digamos que un buen muestreo, para saber si preferían lo de antes o lo de ahora. Más o menos la mitad prefieren lo de ahora, algo más de un cuarto lo de antes y el resto necesita más tiempo para hacerse opinión. De tantos correos pude extraer consecuencias válidas para un lado y otro. Contra la fórmula antigua me pareció demoledor el argumento de que permitía pasar con dos empates. (Véase el Eindhoven en 1988). Y lo de la ventaja del visitante en la prórroga, claro.
Lo de primar el gol fuera, que se ideó en los sesenta para estimular a los visitantes, trajo a la larga miedo de los locales a arriesgar. Mourinho y Simeone son ejemplos de buscar el 0-0 en casa confiando en un 1-1 fuera. Anulado el miedo al gol forastero se pueden esperar partidos de más voltaje, todo es más directo y quizá más justo. A cambio, me dijo alguien, se pierde ‘aleas’, el efecto azar, eso del gol a veces casual que lo cambia todo. Yo me quedaría con lo de hoy (que repone lo de anteayer, cuando empecé a ir al fútbol). Aunque por encima de toda discusión siempre habrá el entrenador que prefiera perder por 1-0 mejor que por 4-3, o viceversa.