El 11M de 2004 siempre será una fecha marcada en rojo por el inmenso dolor causado por un grupo de asesinos en uno de los días más nefastos de la historia de Madrid, de España y de Europa. El día 11M de 2020 fue, en cambio, una fecha muy feliz para mí por varios motivos. Tuve la oportunidad de viajar a Liverpool para conmemorar el 50 aniversario de la separación de la mejor banda de todos los tiempos: The Beatles.

Y también viajé para ver el partido de vuelta entre el Liverpool y el Atlético de Madrid... nadie daba ni un penique por nosotros, pero allí estábamos unos cuantos cientos de locos aguantando bajo una noche gélida de viento y lluvia el vendaval de juego del Liverpool. Visto en televisión no se puede apreciar el infierno vivido aquella noche terrible, que resultó maravillosa a la postre. A la mañana siguiente, día 12, nos encontramos en el aeropuerto de Liverpool, de nombre 'John Lennon' (qué maravilla...) con otro eterno llamado Michael Robinson, y allí le pude dar un último abrazo que me llevo conmigo para siempre. Poco después aterrizamos en España y nos encerramos a cal y canto por tres meses terribles de enfermedad y muerte.

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Dos años después, 11M de 2022, se ve más cerca la salida, pero también, dos años después, la noche gloriosa de lluvia y frío y viento contra el Liverpool se convirtió en una noche soporífera contra el Cádiz en el Metropolitano de Madrid, aunque también fría y lluviosa. El equipo está en guerra consigo mismo, y esa es la peor guerra que existe, la que uno lleva dentro.

Inglaterra ha solido sentarnos bien en repetidas ocasiones, yo pude viajar en un par de ellas solventando el equipo eliminatorias difíciles contra el Chelsea o el mismo Liverpool. Esperemos que en este viaje a Mánchester repitamos esas noches gloriosas de Anfield o Stamford Bridge y olvidemos esa noche tan prescindible de Madrid... Hay dos Atletis, todos lo sabemos. Confiemos en que aparezca ese otro Atleti de las ocasiones especiales, que tanto necesitamos.