JIM nunca da un paso adelante

Ni con dos goles de ventaja supo el Real Zaragoza traerse una victoria de Can Misses que hubiera sido providencial para poner distancia con el descenso. El equipo de Juan Ignacio Martínez asombró en la primera parte, pero luego no supo abrochar un marcador muy favorable y acabó firmando un empate que no le saca de pobre. Llegados a este punto de la temporada y con sólo siete puntos sumados de los últimos 27 en juego, de lo que se trata es de ganar, pero lo que de verdad no quiere JIM es perder. Y, pese a sus declaraciones, es lo que viene demostrando con sus decisiones desde el banquillo. Nunca ordena un paso adelante.

El Ibiza pasaba por ser el equipo más en forma de la categoría, con una potencia de fuego arrolladora desde el inicio de la segunda vuelta, pero el Zaragoza salió como un cohete, con determinación y sin complejos, y entre Francho y Petrovic dejaron el partido encarrilado en la primera parte. En este periodo el equipo aragonés superó en todo al de Paco Jémez: apretó arriba con decisión, robó y se desplegó a toda velocidad y tuvo una eficacia altísima: dos goles en tres ocasiones claras.

Borja Sáinz pudo dejar resuelto el encuentro nada más volver del descanso, pero en esa acción frente al portero se acabó la iniciativa del Zaragoza. El equipo fue poco a poco perdiendo tensión y el Ibiza lo acabó metiendo atrás e igualando el marcador en apenas cinco minutos y con media hora por delante. Con el 2-2, JIM tuvo su ya clásico ataque de ‘prudencia’, relevó a Iván Azón y Borja Sáinz por Álvaro Giménez y Ángel López y pasó a ordenar a su equipo con tres centrales para defender el empate. Se trataba de no perder, no de ganar.

El Zaragoza, no hay más que mirar la clasificación, continúa en peligro y o reacciona pronto o puede verse con el agua al cuello más pronto que tarde.