Gento, historia que tú hiciste
A los más grandes les rinden tributo y homenajean los suyos y los rivales, como hizo, entre otros, en esta misma esquina un gran músico, Pancho Varona. Los mejores, por muchos triunfos que hayan logrado, jamás se creen más que los demás. Paco Gento fue uno de los más grandes y siempre fue modesto y cercano a la gente. Me hice socio del Real Madrid en 1969, y en aquella plantilla había grandes jugadores: Amancio, Pirri, Velázquez, Benito, Miguel Ángel y otros fantásticos futbolistas, que tres años antes habían ganado la Copa de Europa. Pero había un futbolista en aquella temporada, que ya estaba en el Olimpo, que ya era una leyenda, Gento, La Galerna del Cantábrico. El único que ha ganado seis veces la Orejona. En aquel fútbol sin rotaciones y con pocos cambios, otro gran futbolista, Manolín Bueno, jugó pocos partidos (119) en sus doce años en el Madrid. Fue el eterno suplente de Gento. Parecida situación le tocó vivir en la selección española a Enrique Collar, uno de los mejores extremos izquierdos de la historia, porque todas las alineaciones, como aquí se ha dicho, terminaban en "… y Gento".
En sus dieciocho años como jugador blanco, ganó en dieciocho ocasiones los dos títulos más importantes de clubs: seis Copas de Europa y doce Ligas. En la lista de futbolistas con más Ligas ganadas en España le siguen Pirri y Messi con diez, y Amancio, Santillana, Camacho e Iniesta con nueve. En las grandes Ligas europeas solo le supera, con trece Premier logradas en nada menos que veinticuatro temporadas jugadas, el futbolista del Manchester United, Ryan Giggs. La leyenda de los Reds Devils ganó también dos Copas de Europa.
Esa admiración y respeto a los adversarios, que se ha sentido con Gento, también la hemos vivido en la final de la Supercopa con Virginia Torrecilla, la jugadora del Atlético, que ha luchado durante dos años y ganado el campeonato más importante, vencer a un tumor cerebral. Fue maravilloso el manteo de alegría y cariño de sus rivales del Barça, unas campeonas del fútbol y de la vida. Hasta siempre Gento. Gracias por la historia que tú hiciste, en tu viejo Chamartín. Ya salen las estrellas…