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El Madrid no juega finales, las gana

Un Madrid súper.- El 80% de los aficionados al fútbol de Arabia son del Madrid. Me lo confiesa un buen amigo saudí, que me explica que estas dos Supercopas de 2020 y 2022 conquistadas por el gigante blanco han elevado más todavía las simpatías, el cariño y la admiración por este equipo sin techo, sin fronteras, insaciable, sin límites. El Athletic Club, el entrañable equipo de mi abuelo Fernando, intentó competir y plantarle cara al destacado líder de nuestra Liga. Pero la tropa de Ancelotti viaja a una velocidad de crucero difícil de opacar. Saben a lo que juegan, están comprometidos con la causa, disfrutan con lo que hacen y hay una mezcla perfecta de veteranos (Modric, Benzema, Kroos...) y noveles (Vinicius, Rodrygo, Militao, Valverde...). Es un equipo unido en torno al maestro de maestros, Carlo Ancelotti, que ha ganado su quinto título de blanco. Un entrenador top, un padre para los más jóvenes, un hermano mayor para los que empiezan a peinar canas, un sabio que armoniza la exigencia fanática de este club con el orgullo de camiseta. Carletto está disfrutando con este gozoso revival y ha sabido contagiar a un vestuario enchufado que sueña con un Triplete Nacional que está a su alcance: Supercopa, Liga y Copa del Rey. Apuesten todo al blanco. Acertarán.

Ya van 95 títulos.- Este nuevo trofeo interrumpe la miniracha negativa (no ganó nada el curso pasado) y retoma la vía triunfal de 2020 con Zidane en el banquillo (Liga y Supercopa). Supone el 95º de la historia del club, a solo uno de ese Barça que sigue rebozándose feliz en el jacuzzi de la derrota. El Madrid está dispuesto a dar el sorpasso (como ya ha hecho en los Clásicos: 100 a 96) y ser el primero en alcanzar los 100 títulos oficiales. Lo veo venir...

Dos Benjamin Button.- Ya saben que Scott Fitzgerald contó la historia de un tipo que nace con 80 años y que juega con el tiempo a su favor porque rejuvenece cada minuto que pasa. Eso sucede en el vestuario del Madrid por partida doble. Luka Modric tiene 36 años, 34 ha cumplido Benzema. 70 años entre ambos. Sin embargo, juegan como si fuesen juveniles, con la ilusión de unos chavales con todo por conseguir. Eso es admirable en dos tipos que lo han conseguido todo. Modric, incluso, logró un Balón de Oro en 2018 y, como dice Florentino, está jugando a un nivel para conquistar otro. No exagera. El golazo de Luka en el 0-1 refleja la trascendencia de un jugador cuyo yogur no tiene fecha de caducidad. Y Karim, por si acaso, sumó su gol 24º gol del curso al transformar con maestría un penalti por clara mano de Yeray. Unai, porterazo, casi llega, pero Benzema mantuvo su media brutal infalible: 16 de 16 penaltis sin fallo con el Real Madrid. Karim y Luka. Luka y Karim. Con estos dos ‘abuelos’, al fin del mundo.

Tibu es The Best.- Courtois se acreditó de nuevo como el mejor portero del Mundo. Los votantes del Balón de Oro y del The Best están ciegos. El penalti que detuvo a Raúl García fue digno de un portero colosal. El belga agiganta su figura y su protagonismo en un equipo que lo venera. Sus compañeros le abrazaron tras su súper parada que ayudó a ganar esta Supercopa número 12. ¡Grande Tibu!

Marcelo.- El capitán jugó los últimos minutos y alcanzó el brutal registro de títulos de nuestro legendario Paco Gento (23). Le doy las gracias a Mijatovic por ficharlo para el Madrid en el invierno del año 2007 por solo 5,5 millones. Fichajazo.

Va por ustedes.- Este triunfo va por la enorme comunidad árabe madridista, sobre todo por Haitham Alasmari, así como dos merengues de bandera que nos han dejado esta semana: Isidre Bartumeu Canturri (repartía su amor con idéntica pasión entre el Espanyol y el Real Madrid), así como Francisco Javier García ‘El Cuni’, que en Gibraleón era un referente por su buen corazón y su madridismo irreductible. Ellos ya lo sabían. El Madrid no juega finales, las gana.