El delantero que le falta a Pep
Las jornadas navideñas de la Premier League han reabierto el debate sobre la conveniencia o no de seguir disputando la competición pese al elevado número de partidos suspendidos debido al coronavirus, pero también han acercado al Manchester City al que sería su cuarto título en los seis años que Pep Guardiola llevará en el equipo. Una cifra que nos permitiría hablar ya de un dominio autoritario, de una era enormemente exitosa justo cuando en Inglaterra presumen de tener más gigantes que en ningún otro país.
La última fecha, en la que el cuadro sky blue se impuso a un muy buen Arsenal -Mikel Arteta está empezando a lograr que, tras años de decepciones, los gunners puedan ilusionarse con el futuro inmediato-, amplió la ventaja del líder hasta los diez puntos. El Chelsea y el Liverpool empataron en un partido que debía decidir quién sería el principal rival de los de Guardiola y que acabó alejando a los dos. Teniendo en cuenta que los reds van a perder a Mané y Salah durante un mes por la Copa de África, el panorama es alentador para el actual campeón. Lo extraordinariamente meritorio es que haya logrado abrir esta ventaja con un solo delantero centro en la plantilla: un Gabriel Jesús que además juega a menudo tirado a la banda. El City es el equipo que más goles marca en la Premier pese a ser, quizá, el único que no presenta a un goleador definido en su plantilla.
Esta carencia no le penaliza en la Premier, pero quizá explique por qué aún no ha levantado la Champions. Ese desatascador se echó de menos en la final frente al Chelsea. En el club lo saben, y por ello centraron sus esfuerzos en intentar fichar a Harry Kane el pasado verano. No convencieron al Tottenham. Con el dinero de Ferran preparado para ser inmediatamente reinvertido, hay que esperar una gran operación citizen en los próximos meses. Haaland tiene que ser el objetivo, y en Mánchester cuentan con un argumento romántico para intentar convencer al noruego: su padre ya vistió la camiseta sky blue.