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El fin de la degradación del Barça

Vídeo. Joan Laporta envió el viernes a los aficionados del Barça una grabación bastante protocolaria en la que cerraba el año y abría el libro de 2022. El discurso, sin embargo, incluía una frase interesante. Laporta hablaba de "una nueva etapa que ya no prolongue más la degradación de una era gloriosa". Durante muchos años, hablar de eso en el Barça ha resultado tabú, pero esa decadencia se había instalado, incluso con Messi. Y empezó después del triplete de 2015. Aquel tridente de los Three Amigos, como les bautizaron en Inglaterra a la delantera Messi-Suárez-Neymar, fue gloria para el Barça, pero también su perdición. Aunque Xavi quiera referirse a Pep Segura cuando repite el mantra del "hemos perdido el modelo", lo que ocurrió realmente, y él lo vio porque estuvo dentro uno de los años, es que el Barça se volvió cómodo porque tres futbolistas le marcaron 364 goles y dieron 211 asistencias en tres temporadas que fueron a menos. Del triplete de 2015 se pasó al doblete de 2016 y, finalmente, a apenas una Copa en 2017. Luis Enrique se fue, también Neymar. Y Valverde hizo un milagro porque ganar dos Ligas y una Copa con aquel equipo lleno de vicios y con jugadores insoportablemente caprichosos que todavía siguen por ahí sólo puede alcanzar esa consideración.

El cambio. La elección de Setién fue el paradigma de la degradación, que ha tenido muchísimas fotos: Roma, con las lágrimas de Iniesta; Liverpool, donde Messi empezó a pensar seriamente en su final en Barcelona; Lisboa y el 2-8. Pese a sus muchos detractores, Koeman fue capaz de frenar en parte la caída. Ganó la Copa, una hazaña para como estaba el club, y deja en herencia a Pedri, Nico y Gavi, lástima que se marchase Ilaix. El adiós de Messi sí equivale al final de un ciclo. Indirectamente, y si se quiere de una manera diabólica, Leo colaboraba en la degradación. No por su talento, pero sí porque frenaba el nuevo tiempo. Pesaba demasiado. Hay que reconocerle una cosa a Laporta, a Mateu Alemany o a la nueva inspiración de Xavi. Se intuye un plan. Después de Ferran Torres va a llegar Morata y, en junio, es posible que aparezca Gayá. Se van a juntar con Eric, Nico, Pedri, Gavi y Ansu. Y si Alemany se esfuerza, puede que hasta con Laporte. Jugadores pujantes y con hambre. No va a ser un equipo de galácticos, seguramente, pero sí competitivo y, sobre todo, un Barça que se reencuentre con su estilo y su manera de vivir. La del fútbol ofensivo, los valores y esa manera tan especial que tiene la institución de sentir el juego. Laporta anuncia el fin de la degradación.