Carletto lo dio todo por volver aquí
El firme compromiso de Ancelotti con el Real Madrid está fuera de toda duda. Cuando habló en verano con José Ángel Sánchez, director general del club blanco, para sondearle por posibles descartes del Madrid para el que era 'su' Everton, el italiano preguntó ingenuamente: "¿Habéis encontrado ya al sustituto de Zidane?". José Ángel respondió: "Todavía no". Y Carletto, genio y figura, le alivió: "Pues ya lo tienes". El directivo telefoneó a Florentino, que aceptó entusiasmado la propuesta. En diez minutos ya tenían todo cerrado entre ambas partes. Pero pocos saben que en el contrato de Ancelotti con el Everton había una cláusula de rescisión de cinco millones de euros. Pues entre el esfuerzo que hizo el Madrid y el propio que hizo Carlo, renunciando a una cantidad importante de dinero, se plasmó su traslado de Liverpool a la capital, su gran sueño tras haber salido de Madrid en 2015 por una puerta lateral que no era justa con uno de los grandes artífices de la Décima.
Ancelotti ha entrado en el vestuario de Valdebebas como un Pater familias. Los jugadores, ante la marcha de un líder nato como era Sergio Ramos, ven en el maestro de Reggiolo una especie de segundo padre. Lo reconoció ayer mismo Casemiro en ESPN: "Es un hombre de 62 años, con más de 40 en el fútbol y que lo ha conquistado todo, pero su determinación por ganar y por enseñarnos con toda su experiencia cada día es increíble". Es la clave de su éxito. No va de catedrático en la materia que ejerce su tremendo currículo como argumento coactivo. Al revés, saca su Libro Gordo de Petete (que enseña y entretiene) y da consejos a sus hombres, sobre todo a los jóvenes, para que entiendan el privilegio que supone defender este escudo legendario. Carlo vivió la gloria con el Madrid y ha vivido seis años lejos de su Paraíso. Ha vuelto para quedarse. Y que dure muchos años, míster.