Javi Pereira encuentra el camino
Estaba cantado que lo mejor que le podía pasar al Levante para encender la chispa que necesitaba era que el Atlético visitara el Ciutat de València. Esté como esté el Levante siempre es una kryptonita para los rojiblancos cuando pisa el barrio de Orriols. Por lo que sea al Levante se le da bien el Atleti, desde los tiempos de Ettien. Hacía tiempo, desde antes de la pandemia, que el Ciutat no acaba un partido tan contento. Botando. Bailando. Bueno no, hasta eso chafó González Fuertes, que pitó el final cuando Morales encaraba a Felipe en un uno contra uno. Desesperó a Joao, desesperó al Cholo, desesperó a todo el Ciutat.
Decía Javi Pereira a AS que le gustaría hacer un Levante de autor. Con un bloque ordenado, comprometido y que cada futbolista ayude al de su lado. Es obvio que queda mucho para lograr algo así. Pero seguro que el pacense se fue contento a casa. Las ayudas constantes cuando Joao Félix tenía el balón son un ejemplo claro de lo que se busca. Algún despiste defensivo hubo pero este es el camino para sellar la fuga. Después está la calidad, o la fortuna, como en el segundo de los penaltis que cazó el VAR. Pero para que pase todo eso hay que hacer muchas cosas bien. Y el Levante las hizo. Un punto para el despegue. Porque este no es un punto más. Este es un punto rascado al campeón desde la necesidad, desde el subsuelo de una tabla.