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LA RETIRADA DE PAU GASOL

Pau Gasol, emocionado: "Me retiro del baloncesto profesional"

El pívot de Sant Boi, ya leyenda, anuncia en un discurso emocionado, como se esperaba, que lo deja: "No quería acabar con unas muletas y una operación".

Pau Gasol, en su acto de despedida.
Pau Gasol, en su acto de despedida.ALBERT GEAREUTERS

Alas 17:37 horas, se apagaron las luces en el Foyer del emblemático Liceu de Barcelona y el foco apuntó a Pau Gasol Sáez. Después de abrazarse a sus hermanos Marc y Adrià, y a sus padres Agustí y Marisa, anunció, visiblemente emocionado, que, a sus 41 años, se va. El mejor jugador de la historia del baloncesto español, vestido impecablemente, caminó hacia el taburete para convertirse en leyenda. “Sopesándolo todo, os voy a comunicar lo que habéis anticipado. Me retiro del baloncesto profesional. Es una decisión difícil, pero es meditada. Hay que cambiar de marcha. Quería acabar jugando y disfrutando, no con unas muletas y una operación. Estoy agradecido por, antes de irme, haber podido ganar una Liga con el equipo en el que empecé a jugar con 18 años, el Barça. Mi carrera ha superado mis sueños”, soltó un Pau visiblemente emocionado que utilizó el español como lengua en su discurso aunque lo trufó con el catalán, el idioma que habla con su familia (“el teu cor ès molt especial”, le dijo a su hermano Marc muy emocionado), y el inglés, para dirigirse a su mujer Catherine Mcdonell, que sostenía a su hija Ellie Giana.

Agradecimientos

El discurso de Gasol estuvo repleto de agradecimientos. A Pepiño Casal, por transformarle físicamente; a su primer entrenador, “Miquel (Vallhonesta), por enseñarme la triple amenaza”; a Juan José Campos “por ponerme de base; hice 25 reversos y fui un desastre en la pista del Laietà, pero aprendí qué significaba jugar en esa posición”. Pau, al que escuchaban con atención amigos como Jorge Garbajosa, Felipe Reyes o Rudy Fernández, siguió por Joan Montes (“me enseñó la importancia de la defensa, como Quim Costa, y me pedía que pensase que estaba defendiendo al que entonces era mi referente, Kukoc”); y habló de la importancia de Aíto, Phil Jackson o Gregg Popovich, como quienes le habían abierto la mente, introduciéndole a la lectura, a ver la vida desde distintos puntos de vista.

Navarro

Con Navarro, su compañero de batallas, se emocionó: “Quiero mencionar a Juan Carlos. Aparte del gran jugador que has sido, tú me enseñaste el sentido de la amistad. Cuando tenía 16 años, mi vida eran la casa, la familia, estudios y el baloncesto. Tú me abriste la vida. Pese a que a veces interfería en vuestra vida (bromeó con Navarro y su mujer, Vanessa), pues estoy contento”. “Y no os ha ido tan mal”, sonrió.

Kobe, Marc y la Selección

Pero claro, Pau se iba derritiendo. Su recuerdo emocionado a Kobe, sus palabras sinceras a sus padres y su hermano Marc. Su agradecimiento a sus años en la Selección. “Nos han llegado a dar un Laureus porque hemos sido una familia. Hemos tenido un equipo muy especial, de gente que no tenía tapujos, ni complejos y que lo pasó bien”, dijo mirando al presidente de la FEB, Jorge Garbajosa. Gasol no se olvidó de Raül López ni Joaquín Juan, que han jugado un papel fundamental en los dos últimos años para que Pau pudiese volver al baloncesto.

Futuro

¿Y ahora qué hacemos?”, se preguntó retóricamente Pau para arrancar la última parte de su discurso. “Me he preparado para el futuro”. No hacía falta que lo dijera. Él mismo desveló cómo se ve. “La foto que hay detrás de mí dice lo que pienso. La versatilidad, la flexibilidad”. Pau no se dejó nada atrás: “Hablaba con Saras (Jasikevicius) hace algunos días sobre qué hacer después de ese vacío, de ese abismo que tienes cuando dejas la élite. Llevo años preparándome para ello, pero he invertido en un equipo profesional que me permita empezar proyectos, asentarlos. Por eso tengo que agradecer a la gente que trabaja en la Fundación Gasol. El precio de la grandeza es la responsabilidad. Leí esa frase porque hay mucha gente que me dice: qué grande eres, qué grande eres. Yo he intentado ser lo mejor posible, pero ser grande requiere asumir responsabilidades. Ya sea como miembro del COI, ya sea como asesor o embajador del Barça, una posición que para mí es importante”.

Causas sociales

Pau también levantará la mano por las causas sociales: “Llevo años preparándome para ese momento. La filantropía es algo muy importante para mí. Desde 2003, soy embajador de ­UNICEF y es muy importante el trabajo con la Fundación para combatir la obesidad infantil. También he invertido y asesorado a diversas empresas como BetterUp, Overtime..., y alguna más que iré anunciando. Invertiré en salud y deporte”. Un filántropo, sí, pero un ganador (“dicen que lo importante no es llegar, sino mantenerse. Yo no he intentado mantenerme, sino ser mejor. No he querido ponerme límites ni dejarme que nadie me las pusiera”).

En el adiós al baloncesto, y a los acordes del Misteriosamente Hoy de Jarabe de Palo, Pau se despidió pensando en aquellos que entregaron su juventud a tantas y tantas noches en la NBA: “Siento haber robado tanto sueño”.