Renovar a Noel, una cuestión de estado para el Depor
El Depor ha comenzado la temporada con una sonrisa de oreja a oreja, y ya tocaba. Posiblemente una de las personas más felices sea Carlos Rosende, nuevo y joven secretario técnico que está viendo como las piezas elegidas por él y su equipo de trabajo encajan y rinden como un reloj de alta precisión. Todo rueda a la perfección, incluso en un banquillo que comenzó con la crisis y salida de Rubén de la Barrera. Borja Jiménez, el que siempre exhibe esa sonrisa que ahora todos comparten, ha devuelto a la afición el sentimiento de orgullo en su equipo. Ha devuelto ese gen ganador que reclamaba la inquebrantable afición blanquiazul. Gana, sabe adaptarse a las circunstancias, no se conforma con un gol, el equipo defiende y ataca como un bloque, está utilizando a todos sus jugadores para que nadie se desenchufe y no le tiembla el pulso con la cantera, con Trilli y Noel de grandes exponentes. Antes del partido ante el Calahorra el técnico abulense aseguraba que había que proteger a Noel, cuidarlo para que las luces del estrellato no le deslumbren en pleno amanecer.
El problema es que el chicho está empeñado en acelerar procesos. Dos goles en dos partidos, ambos cargados de calidad y clase, en poco más de un cuarto de hora. ¿Quién da más? Y ahí, en Noel, es donde todavía le falta la guinda al proyecto de Rosende. El de Silleda, primer futbolista formado en Abegondo que hace la ruta completa de benjamín al primer equipo y marca, tiene todavía pendiente renovar y firmar su primer contrato profesional. El propio Noel aseguraba hace una semana que estaba todo “bien encaminado”, pero tras la reciente fuga de Guille Bueno al Borussia de Dortmund, como para fiarse. Y en la Plaza de Pontevedra no lo hacen, tanto que se considera una emergencia cerrar su renovación antes de que se le caigan más goles de los bolsillos. Si se complica, Rosende lo tiene fácil. Una llamada a Touriñán y en media hora se activa otro crowdfunding para cubrir su mejora de contrato. Eso sí, visto los euros y el corazón que se está dejando la afición, sería obligatorio incluir una cláusula para que un porcentaje sobre los derechos del jugador fuese directamente para ellos.