Una historia de superación dentro de otra

Los Juegos Paralímpicos son 3.400 historias de superación dentro de la gran historia de superación que supone la maldita pandemia para la Humanidad. Cada uno de los deportistas que competirán en Tokio 2020 desde este miércoles hasta el 5 de septiembre constituye, por separado, un ejemplo de cómo se puede derrotar a los límites y de cómo se puede crecer como persona y como sociedad. En este caso, además, verán multiplicadas sus dificultades cotidianas por el virus, que alargará las restricciones que ya afectaron a los Juegos Olímpicos, hace dos semanas. Japón ha dilatado el estado de alarma hasta mediados del próximo mes, por lo que las gradas seguirán vacías, igual que ocurrió con sus antecesores. La competición pudo prosperar entonces con éxito. Y también lo hará ahora.

España competirá con 142 deportistas, 127 con discapacidad y 15 de apoyo, que este martes lideraron la atleta Michelle Alonso y el ciclista Ricardo Ten en la Inauguración, que repitió la fórmula del doble abanderado. Casi la mitad de ellos, 58, son debutantes, lo que confirma la progresión del deporte paralímpico en el país. En la delegación hay rostros mediáticamente muy reconocibles. El principal es el de Teresa Perales, la sonrisa eterna, que este año ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias, un enorme avance para dar visibilidad a estos deportistas. La nadadora, que ha ganado 26 medallas en cinco Juegos, mira al récord de 28 de Michael Phelps, aunque una lesión en un hombro ha mermado su preparación. Otro rostro es el de Susana Rodríguez, triatleta y atleta, que en julio protagonizó la portada de la revista Time, no sólo por sus prestaciones deportivas, que también, sino porque es médica de profesión y actuó en primera línea durante los momentos más duros de la pandemia. Ella aúna en su persona esa historia de superación dentro de una historia de superación.