"¡Ah! ¿Pero hay Juegos?"
La Junta de Federaciones Olímpicas certificó este miércoles en el COE el equipo español para los Juegos de Tokio, que estará integrado por 314 deportistas, ocho más que en Río 2016. Todavía podría añadir alguno más por reasignaciones de los rankings. La delegación se mantiene en unos números similares, aunque ha bajado la representación femenina del 48 al 42%. De momento son sólo cifras, que en breve se convertirán también en nombres. Muchos de ellos, la mayoría, ya se conocen, pero no todos. El COI permite un margen hasta el 5 de julio para efectuar retoques por si la pandemia hace alguna jugarreta de las suyas. La amenaza siempre existe, ahí están los recientes casos en las Selecciones de fútbol y baloncesto femenino, o el aislamiento de Pierre Oriola en el masculino. El riesgo es menor para España porque ha vacunado a todos sus representantes olímpicos, deportistas o no.
El coronavirus es, precisamente, el mayor condicionante de estos Juegos. Para empezar, porque se celebran un año más tarde. Y para continuar, porque el gran público todavía anda desorientado y no es raro escuchar este clásico comentario de algún allegado: “¡Ah! ¿Pero hay Juegos?”. Pues sí, los habrá. Del 23 de julio al 8 de agosto. Un desafío organizativo extremo para Japón, hay que reconocerlo. El rendimiento deportivo de España, y del resto de países, supone una incógnita mayor que en otras ocasiones, por la influencia que haya podido tener la pandemia en la preparación o por las bajas que surgen a su estela. Rafa Nadal es uno de los casos internacionales más sonados. “Estamos ante los Juegos más inciertos”, afirma Alejandro Blanco. Por eso pronosticar medallas es un ejercicio más complicado que otras veces. Las habrá, claro. El listón lo pone Barcelona 1992, con 22. Y el referente, Río 2016, con 17, aunque siete de ellas de oro. Hay que competir.