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La llegada de Pacheta genera ilusión en el Real Valladolid

Ronaldo pidió paciencia hasta que se conocieran los nombres básicos del futuro proyecto. Ya está todo aclarado. Además de la llegada de Fran Sánchez a la dirección deportiva, se ha confirmado la del inquilino del banquillo que tomará el relevo de Sergio González. Y ya está aquí Pacheta. Ayer fue presentado y esta misma mañana ya se ha entrevistado con Ronaldo. Sinceramente, creo que el club y Fran Sánchéz, que coincidieron en el diagnóstico de cara a la búsqueda de entrenador, han acertado de lleno. De momento, lo único que me encuentro son comentarios favorables en torno a la llegada del burgalés. Hacía falta y ha venido muy bien la capacidad de motivación que ha traído a todos los estamentos del club y del entorno blanquivioleta. Pacheta, más allá de que nadie te puede garantizar éxito y resultados, ya ha conseguido levantar el ánimo de los aficionados y garantizar éxito en la campaña de abonados. Es un motivador nato, contagia y transmite su positivismo, su optimismo y sus ganas de hacer bien las cosas. No parece tener doblez y lo que dice le sale del alma, cosa muchas veces impensable en este peculiar mundo del fútbol. Me gusta su estilo y la forma en la que ha aterrizado en Valladolid. Ojalá que los resultados acompañen, que a la hora de la verdad será lo más importante.

Y me pongo en la posición del director deportivo y llego a la conclusión de que el verano va a ser una especie de ‘Victorino’, muy astifino, que va a tener que lidiar sí o sí. En un año especialmente difícil por el Coronavirus, con una clara crisis económica en el mercado, un mercado que va muy lento y con una amplia nómina de jugadores que habrá que ver como respiran y con que predisposición están en algunos de los casos para jugar en Segunda. Recomponer el puzzle de la plantilla del Real Valladolid para la próxima temporada no va a ser fácil y será la gran primera prueba de fuego para Fran Sánchez y su equipo de trabajo.

Por un lado hay que tratar de que los mejores jugadores no se vayan para formar un equipo potente. Pero habrá que saber si esos jugadores quieren seguir en Segunda. Y el que no quiera si es capaz de traer ofertas para salir y el que no pueda salir si va a estar mentalizado a cobrar la mitad de lo que había cobrado la pasada temporada. Se producirán varios pulsos entre futbolista y club, pero la sartén por el mango no la puede tener siempre el jugador. No olvidemos que estos futbolistas han descendido al Valladolid a Segunda y no están para venir con exigencias. Hay unos contratos firmados y se tendrán que cumplir. Y el que no quiera seguir y tenga ofertas que las traiga y el que no, ajo y agua, pero no se puede regalar a jugadores simplemente porque no estén cómodos. En Segunda nadie estárá cómodo, empezando por los aficionados y no les queda más remedio que seguir ahí y sumar para volver a ascender.