Fuerza y ánimo para el Real Valladolid
El baile empieza esta noche en Anoeta, sigue mañana en Vitoria y Cádiz y termina el domingo en Valencia. Cuatro partidos en un fin de semana y un objetivo, seguir fuera de los puestos de descenso el domingo a las seis de la tarde. Los cuatro partidos son igual de importantes, evidentemente algo más el de Valencia, pero de poco te vale ganar si los rivales también ganan. Y no sería tan dramático perder si Huesca , Alaves y Elche también pierden. Llegados a este punto los de Sergio González juegan en cada campo y necesitan aliados que demuestren profesionalidad y compitan hasta el final. La permanencia del Valladolid también pasa por lo que hagan en este tramo final de Liga equipos como el Cádiz, el Levante o el Athletic. Si alguno se deja llevar por la desidia de no jugarse nada complicará mucho más las cosas a los pucelanos. Es lo que tiene dejar los deberes para el final y contar, a priori, con el peor calendario. El Real Valladolid ha dilapidado sus mejores oportunidades una tras otra y lleva una victoria de diecisiete partidos. Parece un milagro que llegue vivo y fuera del descenso a este tramo decisivo de la competición.
Pero el destino le da una nueva oportunidad, la enésima, para arreglar lo que ha venido estropeando desde el comienzo de la temporada. Y no parece llegar mal en lo futbolístico ni en lo anímico. En estos últimos partidos se han visto cosas buenas por momentos. El primer tiempo ante el Cádiz, la última media hora de Bilbao y, en general, el partido jugado ante el Betis. Quizá el destino le tenga reservado para la parte decisiva de la temporada lo mejor, Podría ser. Esa ventaja psicológica de estar un punto fuera del descenso es muy importante y se reforzaría mucho con una victoria en Valencia, la victoria más ansiada y más esperada.
Será un partido difícil, ante un rival preocupado y que vuelve a recuperar a Voro como entrenador. Un conjunto con buenas individualidades pero que no ha funcionado como equipo. El Valladolid no debe acudir asustado a la cita y sí debe hacerlo pensando que es su gran oportunidad. Quedan quince días de competición para que todo esté resuelto. Se van a hacer muy largos, pero es tan importante el premio final que merece la pena darlo todo en estos cuatro partidos. El Valencia debe comprobar el domingo que el Valladolid es un buen equipo y que no se va a dejar superar, que quiere agarrarse a la Primera División y tiene la oportunidad de hacerlo. Puede ser un fin de semana malo o bueno, nefasto o magnífico, pero creo que ha llegado el momento de que la afición del Valladolid deje ya de sufrir, de que la mala suerte deje ya de aparecer, de que los de Sergio ganen un partido. Yo, al menos, así lo quiero pensar, así lo espero y así me gustaría que ocurriera. Desde la esperanza, todo el ánimo y toda la fuerza a estos jugadores y a este entrenador que tendrán empujando detrás a toda una afición y a toda una ciudad.