La Euroliga se aprieta
El Real Madrid mantuvo el pulso ante el ogro turco durante casi tres cuartos, incluso iba por delante al descanso (42-41), hasta que Pablo Laso desató su furia por las decisiones arbitrales y el Efes desató su poder anotador sin piedad. El equipo blanco, que había resistido erguido ante uno de los grandes favoritos al título, se desmadejó tras la expulsión de su técnico hasta encajar una paliza (83-108) que no refleja del todo lo que había acontecido en la pista. Antes de la salida de Laso había ocurrido otro suceso que condicionó tanto o más el desenlace del partido: la lesión de Edy Tavares en el minuto 21, con empate (44-44) en el marcador. Este Madrid sufre de lo lindo sin su referente en la pista. El Efes es el máximo candidato para conquistar la Euroliga, junto al Barça y quizá el CSKA, así que la derrota entraba en los pronósticos, pero eso no la hace menos dolorosa o menos trascendente. El Madrid sigue metido en un buen lío, subido a esa octava plaza que cierra la frontera de los cuartos. A falta de dos partidos, tres para algunos afectados, las cuentas aún salen, pero por los pelos.
En paralelo al tropiezo blanco se produjo otro resultado que puede terminar siendo decisivo. O no. El Zenit cayó ante el CSKA, lo que todavía permite al Madrid dictar su propio destino. Si gana los dos partidos que le restan, ante el Olympiacos y el Fenerbahçe, se clasificará para los playoffs, independientemente de lo que hagan sus rivales y de los múltiples empates que puedan producirse en la tabla. Si pierde uno, las cábalas se complican muchísimo. La derrota del Bayern Múnich ha introducido a un implicado más, y lo que antes eran dos plazas para cuatro equipos, el Baskonia, el Valencia, el Madrid y el Zénit, ahora son tres plazas para cinco. El Baskonia, por cierto, continúa su impresionante racha tras doblegar este martes al Panathinaikos: nueve victorias en diez encuentros. La lucha se aprieta.