Un 100 para la Volta
João Almeida, un portugués de 22 años que ya fue maglia rosa del último Giro, se enfundó este martes el maillot verdiblanco de líder de la Volta a Catalunya en la segunda etapa, una contrarreloj que antecede a la primera llegada en alto, en Vallter 2000, y a la etapa reina, con final en Port Ainé. La Volta rueda desde el lunes con un número redondo en la maleta: la celebración de su 100ª edición. La efeméride tenía que haberse cumplido el año pasado, pero fue víctima, como tantos otros eventos, del golpeo de la pandemia. La carrera, que nació el 6 de enero de 1911, día de Reyes, aplazó el certamen a 2021, con lo que además reúne un segundo número redondo: su 110º cumpleaños.
La Volta es la competición ciclista por etapas más antigua de España. Y también la cuarta del mundo, detrás del Tour de Francia (1903), de la Vuelta a Bélgica (1908) y del Giro de Italia (1909). Su creación fue muy similar a estas, de la mano de un periodista, el sevillano Miguel Arteman, y de un periódico, Mundo Deportivo, con la finalidad de vender periódicos, de servir de lanzadera a la Vuelta a España, que sin embargo se resistió hasta 1935, y de meter el país en la modernidad europea de la época. Tuvo una primera eclosión en los años 30 gracias a las siete victorias de un ídolo de la tierra, Mariano Cañardo, el catalán de Olite, y una creciente internacionalización desde finales de los 60, cuando empezó a coleccionar campeones de la talla de Anquetil, Merckx, Ocaña, Gimondi, Thévenet, Indurain…
Hoy es una carrera reconocida en el calendario WorldTour, que sobrevivió de milagro a la crisis económica en 2012, pero sobrevivió, igual que está superando la pandemia, aunque haya dejado un año en blanco por el camino. Esta semana se celebra sin público, con protocolos, pero lo importante es que sigue rodando… con buen ciclismo y sabor centenario.