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La situación del Real Valladolid ya es crítica

Una vez más el fin de semana ha sido malo para el Real Valladolid. Muy malo, diría yo. Principalmente, porque se ha vuelto a escapar en Zorrilla la oportunidad de puntuar. La ocasión era buena para tratar de arrancarle algún punto al Real Madrid. Los de Zidane venían con muchas bajas y a las puertas de la eliminatoria de Champions con el Atalanta. Y el partido lo demostró. Se pudo hasta ganar, pero una vez más la falta de capacidad en ataque perdonando la vida al rival y lo mal que defiende este equipo el balón parado, con una pasividad alarmante en el juego aéreo de defensas y portero, fueron las claves para cosechar una nueva derrota. En condiciones normales, perder con el Real Madrid en Zorrilla no debería ser un problema mayor. En la situación actual, perder con cualquiera es acercar un poco más el precipicio.

Pero los daños colaterales de la jornada van mucho más allá. Los principales candidatos a bajar reaccionaron. El Cádiz arrancó un punto en campo del Barcelona. Hizo eso que para los de Sergio parece imposible, arrancar un punto a un grande. El Elche cambió de entrenador y llegó su primera victoria. El cambio de técnico le empieza a funcionar, como le funcionó al Celta y al Athletic. Y al Huesca, que de la mano de Pacheta es un equipo que compite, da la cara y juega bien. Los aragoneses tienen mucha mejor pinta a día de hoy que un Valladolid triste, que no levanta cabeza.

Fue sorprendente ver como el teórico mejor goleador, Weissman, se quedó en el banquillo. Fue desesperante, un día más, ver como desaprovecha los minutos, partido tras partido, Guardiola. Fue más de lo mismo la presencia de Masip en la portería. Cada pelota susceptible de convertirse en gol va para dentro. Cualquier rival conoce ya la debilidad del guardameta del Valladolid por arriba y castiga una y otra vez hasta que encuentra el premio sea Casemiro, Kike García, Rafa Mir… mi gran duda es saber que puede pasar semana tras semana por la cabeza de Roberto, al que supongo desesperado viendo todos los partidos desde el banquillo. Sinceramente, creo que peor que Masip no lo haría y que se merece una oportunidad que incomprensiblemente Sergio le sigue negando pese a los resultados del equipo.

Quedan catorce jornadas y nada cambia. Sigue faltando mucho fútbol y siguen sin llegar los resultados. La moral de la afición está por los suelos porque se ven venir el desastre sin que Ronaldo intente evitarlo. Es una situación muy atípica la que vive el Valladolid dentro de lo que es el mundo del fútbol y Sergio aguanta al frente contra viento y marea pese a que su equipo ya es penúltimo y ya lleva, otra vez, siete partidos sin ganar. La situación ya es crítica, aunque en la planta noble de Zorrilla no lo quieran ver.