Hazard está mutando a Kaká
Desgraciadamente para club y afición empieza a ser misión imposible que Hazard sea capaz de jugar tres partidos consecutivos sin pasar por boxes. El belga, que desde su vuelta juega con una evidente preocupación por su maltrecho tobillo, se está encontrando con un camino minado en su objetivo por ser la referencia de sus compañeros en el terreno de juego. Está claro que existe un componente evidente de mala suerte, pero algo se estará haciendo regular porque el mal fario no puede ser explicación para todo.
Hazard tiene que ser exigente consigo mismo y revisar al dedillo su dia a día como profesional para cambiar su racha y empezar a justificar la millonaria inversión para sacarle de la Premier. Todavía está a tiempo para revertir la situación y abrir muchos días la puerta grande del Bernabéu porque es muy bueno, pero el Madrid no espera a nadie y la paciencia del personal se empieza a acabar. La suerte, para el que la busca y la trabaja.
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