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AUGUSTO CÉSAR LENDOIRO

Solo la imaginación puede salvar los trofeos históricos

Que a la enorme desgracia del descenso del Deportivo, no se una la de abandonar a su suerte al Teresa Herrera, el Decano Mundial de los Torneos.

A la espera de las explicaciones de LaLiga que aclaren la doble vara de medir que ha utilizado con el Fuenlabrada y el Granada para sus partidos contra el Deportivo y la Real, y así dar respuesta a preguntas como ¿qué hubiese ocurrido si hubiese actuado de la misma forma?, ¿por qué la solución no ha sido igual? Para poder argumentar con datos en ese debate previo al pronunciamiento de los tribunales ordinarios, hoy me hago eco de ese SOS que emite el Teresa Herrera, sin decir nada.

Un silencio que recuerda el de las ciudades en guerra previo a un bombardeo, que, en este caso, podría ser el peligro de extinción que persigue a los trofeos y aún más después de las suspensiones que en 2020 anunciaron ya Carranza, Colombino, Naranja, Bernabéu...

Me duelen todos los históricos, pero en especial el coruñés. No me tilden por ello de chauvinista, porque, aunque se diga que el Carranza (1955) es "el Trofeo de los trofeos", los fríos datos proclaman que el Teresa Herrera por antigüedad (1946) es el Decano y, por los equipos y por los craks mundiales que lo disputaron, el mejor.

Por eso sufro al no oír ni a mi Alcaldesa, ni a mi Presidente, barajar posibles fechas y rivales. Sería una desgracia que no se celebrasen las Bodas de Brillantes. Que la Covid no pueda con el Teresa Herrera y permita celebrar a los trillizos deportivos -Estadio de Riazor, Decano y el que firma- nuestros 75 años.

Ya los coruñeses hemos perdido en los últimos tiempos demasiadas cosas, como para sumar la más internacional después de la Torre de Hercules y el Deportivo. Por perder hasta perdimos la festividad de la Patrona, que la disputa con el San Juan, nuestro Patrón hasta 1589, fecha de la promesa a la Virgen del Rosario, si María Pita vencía a la Armada Inglesa y vengaba a la Invencible, como así fue.

Y no deja de ser llamativo ese abandono de la Patrona de una ciudad que carece de Patrón, y en la que se hace difícil encontrar el nombre de un varón ilustre que la lidere, mientras presume, con razón, de defensora de la mujer como pocas y se rinde a figuras como María Pita, Teresa Herrera, Emilia Pardo Bazán...

No permitamos que también pierda el Teresa Herrero, historia viva del fútbol. Del primer gol del torneo, obra de Zarra, al Santos de Pelé, Botafogo de Garrincha, Flamengo de Zico, Madrid de Cristiano Ronaldo, pasando por el Ajax y el Barsa de Cruyff, el Benfica de Eusebio, el Bayern de Bekenbauer, el Dinamo Kiev de Blokhin... Solo faltaron a la cita Di Stefano, Maradona y Messi ¡con todo lo que queremos los gallegos a los argentinos!... pero sí los disfrutamos en Liga ante el Deportivo.

Nadie duda que el Trofeo pasa por un mal momento, pero nosotros ya pasamos de los oscuros nubarrones de los sesenta al sol brillante de los setenta, gracias a la imaginación de Manolo Estévez, Felipe Poncet, Lamela... y el trabajo incansable del fútbol modesto coruñés. ¿Por qué no intentarlo hoy con otra fórmula novedosa?

El declive de los trofeos surge a finales del siglo XX. Es entonces cuando el astuto Alcalde obliga al Deportivo, ya Campeón de Liga, a organizar el Teresa Herrera, como requisito "sine qua non" para el Convenio Estadio Riazor 2000-2025, firma que, por no hacer constar alguno de los acuerdos, me niego a realizar de forma conjunta por lo que el Alcalde lo hace en María Pita y yo en Plaza Pontevedra.

Francisco Vazquez abandona la gestión del trofeo asustado por las pérdidas de 2.000.000€/año, aunque "los de siempre" lo vistiesen como un apoyo. "Es una petición del Deportivo" o "el Club solo pagará un euro al año por usar el Estadio" ... ocultando que dejaría de percibir cerca de 1.000.000€ por disputar cada edición, ya que, por su nivel y como local, exigía cobrar como el mejor pagado del T.H..

El ocaso de los trofeos, no solo del T.H., era evidente y eso obligaba a echar la imaginación a volar. En 2007 se me ocurrió una idea que rompía con lo tradicional: crear una "joint venture".¿Algún compañero más idóneo de UTE que el Madrid que garantizaba el nivel del trofeo y eliminaba riesgos económicos? Imposible. Se lo propuse a Ramón Calderón, amigo y presidente, entendió la idea y la hizo suya.

A esa "joint venture" el Depor aportaba su equipo, el gancho del Decano Mundial y los derechos de TV... mientras el Real, que se hacía con la TV, participaría cuatro años sin cobrar y cedía la publicidad estática y la taquilla, al objeto de que los socios deportivistas pudiesen asistir, sin coste alguno, a ese cuadrangular de lujo.

La idea, que aplaudieron en Madrid, la reventaron "mis amigos mediáticos" en A Coruña... y castigaron a la hostelería coruñesa. Solo les faltó acusarme de vender la Torre de Hércules, porque tuve que soportar que insinuasen que me había entregado al Madrid, un club al que nunca se le agradeció en su justa medida que, Calderón en 2007, y en especial Florentino Pérez en 2013, justo en el año más difícil de la historia del Depor, disputasen el Trofeo solo por ayudarnos.

Nadie sensato podría entender aquello. El Madrid renunciaba a casi todo su caché y, sin embargo, se le había montado una infame campaña que los llevó a no querer participar en aquel despropósito. Al final la gran fiesta del verano coruñés, que tenía que durar cuatro años, duró uno... pero solo el Depor levantó ‘la voz”.

Y si entonces se pudo armar esa "joint venture" ¿por qué no se pueden buscar ahora nuevas fórmulas? Es el momento de innovar y tratar de encontrar grandes clubs, cadenas de TV, grupos de inversión en el deporte o en contenidos... que adquieran los derechos del mejor trofeo del mundo, que ofrezca el juego de los Mbappé, Joao Félix, Ansu Fati, Haalland y demás cracks del siglo XXI. Seguro que no será fácil, pero si se involucra el Concello, tampoco tiene por qué ser imposible.

Lo único claro es que solo la imaginación puede salvar el trofeo. Nosotros debemos celebrar la 75 edición y después revitalizarlo. Que un día no nos preguntemos ¿te acuerdas del Teresa Herrera?... como cuando ahora escuchamos ¿recordáis al Depor de Champions? o ¿cuántos años pasaron sin ganar el Madrid en Riazor?

Que a la enorme desgracia del descenso del Deportivo, no se una la de abandonar a su suerte al Decano Mundial de los Torneos. Es una hermosa herencia y nuestra obligación defenderla, sin renunciar a ella, ni aceptarla a beneficio de inventario.

No olvidemos que el Teresa Herrera brilló en los peores momentos del Deportivo.