Superdomingo sobre ruedas
El 25 de octubre de 2020 proyectaba a un Superdomingo sobre ruedas. Y no sólo porque coinciden los Mundiales de MotoGP y Fórmula 1, que también. En los deportes de motor tenemos el GP de Teruel con la resurrección de Honda, que después de un comienzo gris, y con Marc Márquez fuera de combate, ha enlazado dos podios consecutivos de Álex Márquez y ha colocado a Takaaki Nakagami en la pole. Además del GP de Portugal de F1, en el novedoso Portimao, donde Lewis Hamilton aspira a alargar el camino de su leyenda con una nueva victoria, la 92ª, que rompería el empate actual con el mítico Michael Schumacher. Las motos y los coches ofrecen argumentos para no despegarse del televisor, pero el domingo excepcional, que ya no lo será, venía dando pedales.
El hecho insólito que iba a convertir esta fecha en un Superdomingo venía provocado por el calendario del ciclismo. Cuando la UCI anunció su remodelación, un día acaparó la atención. En esta jornada estaban previstas las celebraciones de la París-Roubaix, la etapa reina de la Vuelta a España en el Tourmalet y la contrarreloj final del Giro de Italia. Con el paso de los días, y el avance del virus, sólo ha sobrevivido esta última cita. Y milagrosamente. El Giro ha andado sobre el alambre por la segunda ola de contagios, a lo que ha tenido que añadir la rebeldía del pelotón y la modificación del recorrido alpino por Francia, pero al final pondrá la guinda con una crono que decidirá la maglia rosa entre dos ciclistas ¡empatados! después de casi 3.500 kilómetros en las piernas: Jai Hindley y Tao Geoghegan Hart. La Roubaix se quedó por el camino por la situación sanitaria francesa, igual que el Tourmalet. La Vuelta sustituye el coloso pirenaico por Formigal. No es lo mismo, claro, pero viendo el panorama, sabe a gloria. Y nos ayuda a valorar cada esfuerzo en estos tiempos de pandemia.