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Me verás volver

Vino Viggo Mortensen al Festival de Cine de San Sebastián a recoger el Premio Donostia por sus 35 años de carrera. Cuando llegó al María Cristina llevaba una camiseta con el escudo del San Lorenzo de Almagro y una frase: "Me verás volver". Mucha gente pensó que ese mensaje era un reclamo para retornar a alguna competición. Nada de eso, Mortensen hablaba de regresar a Boedo, el barrio donde estaba el campo de San Lorenzo, el legendario 'Gasómetro'. En este estadio se jugaba al basket, al voley y se practicaban tiro y atletismo. Se hacían cursos de cocina y certámenes literarios. También tenía piscina y una biblioteca con más de 12.000 volúmenes. No es que fuera más que un club, es que era una institución social. Boedo, barrio humilde, ya desde los años 20 y 30 del siglo pasado, se había identificado con la gente de la cultura y esa personalidad fue reforzada a través del tango y el fútbol. No es casual que la hinchada de San Lorenzo tenga los cantos más ingeniosos de toda Argentina; casi nada.

Viggo Mortensen, en el Festival de San Sebastián.
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Viggo Mortensen, en el Festival de San Sebastián.Javier EtxezarretaEFE

Pero con la última dictadura militar llegó el terror y el club se convirtió en objetivo principal. Bajo terribles presiones, tuvo que deshacerse de su estadio y, una vez demolido, construyeron en el solar un hipermercado. Una brutal manera de romper el espacio que articulaba los vínculos emocionales y sociales de todo un barrio. Hace un año, el terreno ha sido devuelto al San Lorenzo gracias a la Ley de Restitución Histórica. Eso sí, como las arcas del estado están vacías, le toca al club indemnizar al supermercado y hacer efectiva la vuelta. Desde nuestro seguro hogar europeo es difícil imaginar lo que significa para nuestros hermanos iberoamericanos un club como San Lorenzo. Es algo tan grande que se acercaba al ideal griego donde el cuerpo y la mente estaban sanos. Y los militares, virus vital, acabaron con ellos. Viggo Mortensen sabe que el cine y el fútbol, hoy más que nunca, pueden ser altavoces que den voz a quienes no la tienen. Enhorabuena, Viggo, esperamos verte volver.