Fue un día para la siesta

El pelotón estuvo muy conformista. Era un día para la siesta, ya que era normal quedarte dormido viendo gran parte de la etapa. El Tour acaba de empezar y, en cinco etapas, ya hay un equipo (el Jumbo) que ha repetido triunfo de etapa. Luego pueden venir las prisas al resto de escuadras. Que no hubiese escapada fue extraño, porque hay una alta cantidad de corredores, posiblemente una centena, que no tengan opción de ganar el Tour ni de imponerse al esprint, por lo que al menos se pueden dejar ver en una fuga. También por los patrocinadores. El Caja Rural y el Burgos, por ejemplo, cumplen bien en ese aspecto en la Vuelta. Luego en el esprint Van Aert demostró el poderío de Jumbo. El belga dejó a escasos 25 corredores en la subida final con su ritmo el martes y este miércoles gana en la volata. Vaya gregario para Roglic.

Alaphilippe perdió el liderato por la sanción, pero a priori este jueves era difícil que lo mantuviese. Es la primera jornada de verdad de montaña, y tendremos que estar atentos si Bernal está bien, porque hace dos días sus sensaciones no fueron las mejores. También es cierto que este tipo de puertos, menos explosivos, le vienen mejor al colombiano. A Landa le sucede igual. También hay que ver a Mas. Queda mucho Tour, ya que es la sexta etapa, pero será un día importante para la clasificación general.